TEGUCIGALPA. Ante las recientes problemáticas que ha pasado el sistema de reclusión para menores infractores en Honduras, las autoridades tomaron la decisión de construir un nuevo centro de rehabilitación para los pequeños reclusos.
A unos 60 kilómetros de Tegucigalpa, en la comunidad de Jalteva, municipio de Cedros, al norte de Francisco Morazán, se construye el nuevo centro pedagógico para menores infractores.
Según las especificaciones dadas por las autoridades, será como un “pocito”, ya que reunirá estrictos controles, igual que la cárcel de máxima seguridad de “El Pozo” en Ilama, Santa Bárbara.
En ese sentido, las autoridades de seguridad de Honduras, anunciaron que las instalaciones de dicho centro estarán terminadas antes que finalice el presente año.
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Por su parte, la coordinadora de Centros de Internamientos, Zoila Cruz, dijo que la apertura del nuevo recinto vendrá a dar solución al conflicto entre los jóvenes internos. Mismos que están recluidos actualmente en varios penales de infractores de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Afirmó que todo está bajo control en el Centro Renaciendo y actualmente se está en un proceso de reparación de los módulos; los cuales fueron destruidos por los jóvenes debido a una riña tumultuaria.
Unos 117 jóvenes recluidos en el módulo cinco de Renacimiento son los problemáticos. Es por ello, que se ejecutan una serie de acciones para tener el control total del recinto. Entre ellas, la demolición de la infraestructura del viejo Renaciendo.
Costo total de la construcción de “El Pocito”
acuerdo al viceministro de la Secretaría de Seguridad de Honduras, Luis Suazo, el costo será de $14 millones. Es decir, más de 320 millones de lempiras.
Asimismo, detalló que inicialmente se desembolsaron unos 26 millones de lempiras para dar inicio con la construcción de “El Pocito”.
Suazo, expresó que el elevado costo del centro de detención para menores infractores se debe a que contará con todos los requerimientos necesarios para asegurar el resguardo de los jóvenes.
El centro de reclusión contará con un sistema de segregación. Esto, para que los menores sean separados de acuerdo a las edades, sexo y delitos que hayan cometido.
Lo anterior, para evitar que aprendan a delinquir o se “especialicen” en estos lugares.
Indicó que el presupuesto incluye todo el equipamiento para que el centro pueda permitir el proceso de rehabilitación y reinserción. Ya que los diferentes módulos tendrán sus aulas de clases y espacios abiertos.
Finalmente, el funcionario reveló que todos los muchachos que están en Renaciendo van a pasar para Jalteva. “Habrá un mayor control, mejores condiciones de seguridad, para evitar las fugas y los constantes amotinamientos”, puntualizó Suazo.
DATO
Cabe mencionar que, el Código de la Niñez, establece que una persona es considerada como niño, desde que nace hasta los 18 años, y que se puede proceder contra un menor infractor hasta que cumpla los 12 años.
Tampoco puede exceder la pena de ocho años y una vez condenado el menor infractor está facultado para cumplir su condena en el centro de menores hasta cumplir los 23 años de edad.
