TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El pasado 5 de octubre del presente año un voraz incendio destruyó 90 viviendas en el cayo Bonacca de Guanaja, Islas de la Bahía, y a casi un mes de que ocurrió esa tragedia aún no se tienen avances significativos en la limpieza de escombros por la falta de maquinaria que ayude en esa labor.
Así lo señaló a Diario Tiempo el alcalde de esa comunidad, Spurgeon Steven Miller, quien dijo que actualmente solo levantan los escombros metálicos con la ayuda de los voluntarios.
Según el edil, hasta el momento no hablan de un plan de reconstrucción del cayo porque no tienen los fondos necesarios para hacerlo. Aunque, indicó que ya mantuvo reuniones con autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para elaborar los estudios de suelo. Así determinarán qué realmente se puede construir, qué edificaciones podrán hacer y hasta que nivel.
«Pero no hemos ni empezado a limpiar, estamos atrasados casi un mes desde que se dio el suceso. La limpieza tardará entre 45 a 60 días, luego de eso comenzaremos a instalar los servicios públicos y las personas que puedan construir por sí solas podrán comenzar la reconstrucción de sus hogares«, explicó el jefe edilicio.
Ante esa situación, el alcalde de Guanaja dijo que necesitan asistencia técnica y financiera para comenzar con la reconstrucción del cayo.
«Vamos a gestionar con las entidades gubernamentales o internacionales para poder apoyar a las personas. En la reconstrucción deben estar involucradas instituciones municipales, gobierno, ya está CEPUDO (es una organización no gubernamental que tiene como objetivo servir a la comunidad más pobre de Honduras) y pedimos a la comunidad internacional que se sume», expresó el funcionario municipal.
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«Primordial ahorita es limpiar, demoler y sacar los escombros»
Por otra parte, indicó que en lo que respecta a ropa y víveres para las personas afectadas, se mantienen abastecidos gracias a las donaciones que hizo el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y las Cámaras de Comercio de Honduras.
Sin embargo, enfatizó que actualmente lo que necesitan es limpiar y reconstruir porque es lo que todo mundo espera.
«Tenemos un mes de retraso sin avance por falta de maquinaria, solo tenemos lo que han hecho los pobladores a mano. Lo que es primordial ahorita es limpiar, demoler y sacar los escombros», enfatizó Miller.
Respecto a la inversión para reconstruir el cayo, el alcalde dijo que a groso modo por la cantidad de damnificados y los lotes a construir, podría rondar entre los cinco y seis millones de dólares.
En cuanto al material que se debería utilizar para llevar a cabo la reconstrucción indicó que a su parecer el cemento sería el ideal. «En el siniestro que pasó recientemente las edificaciones de concreto evitaron que se propagara el fuego», aseguró.
Todavía no hay fondos para la reconstrucción
Sobre el tema, Diario Tiempo también consultó a la doctora Mireya Guillén, vicealcaldesa de Guanaja. Ella confirmó que hoy miércoles recibirán el estudio de la UNAH para saber el área donde se piensa construir que son 6.5 hectáreas que donaron.
Mientras que para maquinaria pesada que ayudará en las labores de limpieza, indicó que se hizo una licitación para ver a qué compañía se le adjudicará el contrato.
«No hay fecha exacta para iniciar y finalizar la reconstrucción. Se manejaba que la limpieza duraría entre dos o tres meses y las reconstrucciones son rápidas cuando hay material, pero todavía no hay fondos para ello. Todavía estamos a la espera de las transferencias, hay una partida que se destinará para algunas cosas pero no es para la reconstrucción», señaló.
Guillén reveló que entre los afectados por el incendio hay adultos mayores y niños, pero dijo que, lo más que necesitan los damnificados es material de construcción.
Implementar un sistema contra incendios
Respecto a cómo se debería realizar la reconstrucción del cayo de Guanaja, Diario Tiempo también buscó la opinión de un experto y en esta ocasión el arquitecto Dino Rietty dio su punto de vista.
«En Guanaja hay construcciones donde el estándar de calidad de los materiales no son los adecuados. Por ejemplo, al usar madera no se debe usar aceite quemado, porque eso hace que la madera arda rápido y lo otro es que se debe usar el código de construcción, para que se instalen sistemas de construcción de incendios», explicó.
Asimismo, dijo que el proyecto de reconstrucción puede tardar hasta un año, pero ellos esperan que el programa de obras se vaya cumpliendo y que los fondos necesarios de la contraparte del Estado lleguen a tiempo.
«El esfuerzo es de cada persona que vive en la isla. Si a cada una de la personas afectadas se les da un bono de 10 a 15 mil dólares podrían iniciar con la reconstrucción», aseguró.
Madera debe utilizarse para la reconstrucción
Por otro lado, recomendó que para la reconstrucción se utilice madera como material, porque en el mar no se oxida.
También sugirió que a la madera se le coloque un retardante y que todos los componentes como puertas, techos y demás tengan un sistema contra el fuego.
«No se pueden utilizar materiales que traigan combustibles dentro. Lo que falló esta vez es que no había un sistema contra incendio. El concreto es muy bueno pero la desventaja es que pesa. Si se pone mucho peso en los pilotes se tendrá que pilotear toda el área de reconstrucción. Eso representaría mucho más dinero en la inversión. Lo mejor es usar pilotes de madera de los talleres nacionales y reforzar los que quedaron», puntualizó.
En ese sentido, dijo que viéndolo de esa manera la inversión para la reconstrucción del cayo de Guanaja puede llegar a 10 millones de dólares, unos 240 millones de lempiras.
«Para Eta e Iota dijeron que se ocupaban 120 millones de dólares, después dijeron que 80 pero solo se consiguieron 20. Entonces, en conclusión recomiendo construcciones livianas con el uso de concreto en los pilotes u otra áreas», finalizó el arquitecto.
Según el recuento de daños de Copeco, producto del incendio en el cayo de Guanaja unas 4000 personas resultaron afectadas aproximadamente. De esa cantidad, 2500 son afectados directos, 120 familias afectadas, 136 viviendas dañadas y 90 destruidas y tres personas resultaron heridas. Además, habilitaron seis albergues con 14 familias, siendo un total de 62 personas.
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