ESTADOS UNIDOS. Luego de 46 años, un hombre de 77 años fue capturado por el caso de Carla Walker, a quien violaron, asesinaron y dejaron tirada en una zanja en 1974.
Carla Walker estuvo durante días eligiendo el vestido e imaginando el peinado que usaría esa gran noche del 17 de febrero de 1974. Era el festejo por San Valentín de su colegio y quería impresionar a su novio en esa velada que debería ser especial, única.
Juntos fueron al baile en Western Hills High School, en Forth Worth, Texas, donde vivían ambos. Pero algo aterrador ocurrió: cuando ambos se encontraban en un automóvil, la sacaron a la fuerza de forma violenta, por un extraño.
Un hombre abrió abruptamente la puerta donde estaba la víctima y apuntando a ambos con su revólver. Este los amenazó diciendo que iba a matarlos.
Luego, golpeó al joven que acompañaba a Carla Walker hasta desmayarlo. Y el extraño desapareció con ella por completo.
Las fuerzas policiales locales buscaron desesperadas por todo el condado y por parte del estado dónde podría estar Carla, de 17 años. Hasta que dos días después la hallaron, lamentablemente, sin vida.
El cuerpo de la joven lo encontraron debajo de una carretera, cerca de Benbrook Lake. Además, presentaba signos de violencia extrema y violación.
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Investigaciones sin resultados
El femicidio conmovió a la opinión pública y las investigaciones comenzaron a ir en todas las direcciones. Pero sin resultados.
Rodney McCoy, su novio en aquel entonces, declaró ante la policía lo poco que había logrado ver en la cerrada noche.
Él describió a un hombre de complexión fuerte, pelo castaño de corte militar, que llevaba en su cabeza un sombrero de cowboy y a quien había visto conducir un Camaro, declaró.
Esto condujo a un sospechoso: Glen Samuel McCurley. Sin embargo, cuando lo interrogaron, negó todos los hechos y dijo que el vehículo se lo habían robado hace algún tiempo.
McCurley ya tenía antecedentes por robo de vehículos, pero no consiguieron pruebas para vincularlo con este dramático hecho.
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«Después de 46 años, finalmente»
Gracias a la tecnología actual, los detectives Leah Wagner y Jay Bennett pudieron cotejar las pruebas de ADN que habían colectado del cuerpo de Carla.
Lo hicieron en la misma base de datos que provocó la caída de un célebre asesino serial de los 70: The Golden State Killer.
Con las pruebas recolectadas, consiguieron más evidencias para confirmar el caso. Los investigadores recolectaron en julio de 2020 recogieron ejemplos en la basura de McCurley.
Lo cual, les serviría para comparar las secuencias genéticas de lo recolectado en la escena del crimen en 1974 con las del presente. Ya no habría dudas, si estas coincidían.
El sospechoso, sobre quien las pruebas ya eran contundentes, volvió a negar todo: respondió que no había secuestrado o matado a nadie y que no conocía a ninguna adolescente con aquel nombre.
McCurley, el hombre al que capturaron 46 años después, está casado y tiene hijos. Ahora enfrenta la pena capital y está en la cárcel del condado de Tarrant con una fianza de $100,000.
El hermano de Carla, Jim Walker, dijo que nunca perdió las esperanzas de encontrar al asesino, pero recordó con lágrimas los momentos de dolor al ver el sufrimiento de su madre.
Jim Walker aclaró que ahora orará por McCurley: “Rezaremos por usted. No lo odiamos. Solo queremos justicia, con oraciones y perdón”.
Fuente: Dallas News, Infobae
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