TEGUCIGALPA, HONDURAS. A través de muestras de ADN y el cruce de perfiles genéticos, se identificó el cadáver de varios hondureños que permanecían como desaparecidos en el área de la «Ruta Migratoria» hacia Estados Unidos.
El hallazgo se efectuó con el banco de datos forenses de migrantes no localizados que tiene el Proyecto Frontera. El mismo lo lidera el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en beneficio de Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
Para ello, con anterioridad se recopiló un total de 500 muestras de la información genética, que se recibió por parte de familiares que tienen años de no tener noticias acerca de sus parientes que emprendieron una travesía incierta al «sueño americano«.
Es así, que muchos han logrado la repatriación de los restos mortales. Mientras tanto, otros continúan a la espera de noticias.
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Un flagelo agravado para Honduras
Por el momento, no se precisó a cuántos connacionales catrachos ya se reconoció. Empero, se reportó que el país cinco estrellas tiene 499 migrantes desaparecidos, de los cuales 59 son niñas y niños.
En virtud de lo anterior, se conoce que Honduras es el país de la región que registra más desapariciones ligadas al éxodo masivo. «Muchos son hallados en fosas clandestinas», lamentó Rosa Nelly Santos, integrante del Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos.
Niños despojados de su futuro
Tomando énfasis en las casi seis decenas de infantes hondureños que están perdidos, cabe apuntar el temor que tienen las organizaciones vinculadas a esta problemática.
Y es que, estiman que entre el 10 y 12 por ciento de los desaparecidos son menores; muchos de ellos son «enganchados» o secuestrados por parte de organizaciones criminales establecidas en la ruta. Al final, terminan en explotación o reconvirtiéndose a sicarios.
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Proceso
Retomando el tema de los bancos de datos forenses, cabe decir que allí están unificados los listados de migrantes no localizados. Los expertos en la materia se desplazan hasta las comunidades de origen de los familiares para tomar sus muestras.
Después, los especialistas crean una carpeta donde incluyen los datos físicos y lo que se sabe acerca de la desaparición de cada migrante; seguido, se adjunta la información genética provista por quienes comparten el lazo sanguíneo con él o ella.
Además, según externó Karen Valladares del Foro Nacional de Migraciones de Honduras (FONAMIH), también se evalúa la calidad de los datos obtenidos de las morgues y servicios médicos en México y Estados Unidos. «Esos puntos son claves», acotó.
Para que el trámite sea más confiable y expedito, tienen convenios con los bancos forenses de todos los países de la región, explicó Valladares.
No obstante, aún tienen el reto de establecer un intercambio de información oficial; el mismo permitiría preparar un sistema regional de identificación de migrantes que haría más fácil tener éxito en la labor.
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