Tegucigalpa, Honduras. La falta de una unidad judicial dedicada a las adopciones se vuelve un gran obstáculo para todas las parejas que anhelan poder completar su familia mediante la adopción en Honduras.
Esta situación alarga los procesos que le permiten a estos menores poder tener un futuro diferente, lo cual vuelve este proceso en el país en una desgastadora odisea que vuelve el suelo de ser padres una pesadilla.
La representante del Programa de Consolidación Familiar de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), Marisela Zelaya, reveló a Diario Tiempo que en la actualidad hay 55 niños asignados a un proceso de adopción.
«Están en diferentes etapas. Unos están en proceso, que ya han sido asignados, que están en etapa de aceptación. Otros ya están en comunicación con las familias adoptivas, otros ya están colocados con la familia para culminar el proceso», detalló.
Del mismo modo, la representante de esta unidad indicó que la mayoría de los casos que llegan al DINAF son más por situación de abandono.
«Hay más por abandono que por consentimiento. El de abandono es cuando los declara el juzgado de la niñez», señaló.
Zelaya manifestó que más de 60 niños están dentro del programa, en espera de comenzar el proceso de asignación familiar.
«Un total que tenemos ahorita en el listado, que todavía no están en proceso de asignación, sino que están en etapa de realización de informe, tenemos 66», expresó.
De igual manera, la representante del programa explicó mucho de estos menores se encuentran en condición de «difícil adopción«. Esta determinación la adquieren por múltiples factores, principalmente su edad y condición médica.
Duración del proceso
Diario Tiempo consultó a Marcia Facussé, quien, en su momento, formó parte de la Comisión de Familia del Congreso Nacional, sobre la extensión de este proceso.
«El proceso dura entre dos a tres años. Yo considero que es un proceso demasiado largo y atribuye a que el menor en abandono no tenga los mejores beneficios», indicó.
Sin embargo, la representante del programa de DINAF afirmó que se quiere reducir el tiempo del proceso.
«Es variado, se quiere que se haga en un periodo de 14 meses. Sin embargo, esto va a depender también de los requisitos de la familia», detalló.
Desde la llegada de la pandemia del Covid-19, los primeros encuentros de los menores y con sus futuras familias se hacen de manera virtual. Esta situación representa un mayor acercamiento entre del adoptado con sus nuevos parientes.
«Los primeros encuentros virtuales es la nueva metodología que implementamos a partir de la pandemia para poder tener esos primeros encuentros visuales y que el niño vaya conociendo esa voz, previo al presencial», indicó.
Documentos se vencen
Zelaya explicó que algunos documentos deben actualizarse constantemente, debido a los cambios que pueden surgir en la vida de los adoptantes.
«Lo que se les vence son los antecedentes penales, los policiales. Sin son constancias de trabajo se les piden anuales», detalló.
Del mismo modo, la representante de esta unidad explicó que las familias extranjeras tienen a tener problemas con sus documentos.
«Ya cuando son internacionales son cuando se vencen. Ya no compete al DINAF, si no, a las agencias de adopciones», aseguró.
¿Qué ocurre durante el proceso?
Todos los menores que entran en estado de abandono reciben ayuda psicológica durante todo el proceso.
«Previo a una asignación, el niño es evaluado por parte del psicólogo y el trabajador social. Ellos nos dan un panorama si el niño tiene conocimiento de su historia biológica y si está consciente de que está en un proceso de adopción«, comentó.
En este sentido, Zelaya explicó que algunos menores desconocen la situación que enfrentan y deben someterse un proceso de desvinculación de sus cuidadores.
«Los psicólogos trabajan en la desvinculación y trabajan en esa brecha», aseguró a Diario Tiempo.
De igual manera, manifestó que cuando los menores obtienen un grado de consciencia sobre su estado, pueden decidir si entrar en el proceso.
«Cuando el niño es consciente de que está en una IRCA (Institución Residencial de Cuidado Alternativo) y que las personas que lo están cuidando son cuidadores, ellos ya tienen la capacidad mental para tener una opinión se les consulta si ellos quisieran tener una familia», afirmó.
Zelaya indicó que el DINAF hace lo posible para poder brindarle la oportunidad a cada niño y niña de tener una familia.
«Nuestro trabajo es darle una oportunidad de que tenga esa familia, porque cuando son de ocho años son de difícil de adopción», explicó.
De acuerdo al Programa de Consolidación Familiar, las parejas hondureñas que desean ser padres mediante esta vía buscan niños menores de seis años.
El niño y su nueva familia
Mediante sus programas, los niños reciben una introducción a la que se convertiría en su nueva familia.
«Siempre hay un trabajo de preparación previo a esos primeros encuentros cuando ya tenemos aceptación de la familia. En lo encuentro virtuales, los niños ya tienen conocimiento de la familia», indicó.
Del mismo modo, Zelaya indicó que el niño recibe un álbum fabricado por la familia, elementos que se convertirán en su nueva realidad.
Cuando se trata de una familia nacional, los interesados se incorporan en la vida del niño haciendo el proceso más fácil para ambas partes.
Giro en adopciones internacionales
La representante del programa del DINAF señaló que el proceso de adopciones internacionales presenta otros obstáculos.
«Si la familia es nacional la ventaja es que el niño, mientras termina el proceso, está vinculado en la familia. Él ya está viviendo en el entorno», aseguró.
De igual forma, Zelaya indicó que el tiempo en los procesos internacionales tienden a ser más extensos. Debido a esto, consideran que los trámites deben ser más ágiles.
«En las adopciones internacionales es donde se ve. Ahí es donde se enfatiza que sea más rápido y agilizado el proceso. No todas las familias pueden venir a estarse tres cuatro meses en Honduras para poder permanecer con el niño», manifestó.
En este sentido, la representante del DINAF reveló a Diario Tiempo los niños que ingresan a esta etapa de asignación sufren un doble abandono.
«Vive su doble abandono. Ha estado en el sistema por el abandono familiar, y vuelve a pasarlo una vez la familia vuelve a irse a su país. Es como cortar el proceso de los internacionales», indicó.
¿Qué ocurre con los menores que no son adoptados?
Zelaya declaró que hay menores que entran en la categoría de difícil adopción, quienes crecen y cumplen su mayoría de edad dentro del centro.
«Son generalmente los niños que alcanzan un rango de edad, pero, generalmente alcanzan una condición más difícil de adopción», aseguró.
Así mismo, la representante del programa detalló que estos menores presentan condiciones de autismo y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDH).
Salen sin un plan
La representante de esta institución estatal aseguró a Diario Tiempo que se debe crear un programa que les permita formar un plan de vida.
«Sale al entorno familiar, pero ya mayor de 18 años. Eso es un proyecto que se debe de impulsar para que haya un plan de vida», detalló.
En este sentido, Zelaya afirmó que en la actualidad no cuenta con un sistema que ayude a estos hondureños.
«Debería de haber un plan de vida para ellos porque cuando ellos ya cumplen la mayoría de edad se quedan en el IRCA», manifestó.