Tegucigalpa, Honduras. Pasión, autodeterminación y perseverancia son algunas de las cualidades que han llevado al cineasta hondureño, Adrián Guerra, a destacar a nivel internacional, logrando así importantes premios para orgullo de todo el país.
Guerra, de 45 años, es un apasionado del mundo de las artes y la animación de personajes en 3D, su esencia profesional.
Su sueño de contar historias a través de las artes visuales fue posible gracias a la astucia de adentrarse en el mundo audiovisual.
Y es que este talentoso hondureño trajo consigo ese amor por el dibujo y expresar sus ideas a través de la pintura. Así lo dio a conocer a Diario Tiempo, detallando el esfuerzo que tuvo que hacer para convertirse en lo que hoy es: un ejemplo de perseverancia y éxito.
Adrián se caracterizó por utilizar los pocos recursos que habían en el país para producir sus obras.
«Desde muy pequeño me ha interesado mucho la parte audiovisual. En aquel entonces, lo que tenía al alcance era mi propia mano, me gustaba mucho dibujar, inventar historias, hacer cómics; me gustaba mucho la pintura y lo que me apasionaba eran las historias que se pueden contar a través de estas artes visuales», expresó.
Estudios
Su trayectoria académica es amplia, así como su experiencia detrás de la pantalla grande.
Sabía muy bien lo que quería desde pequeño, por lo que arrancó con sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en Comayagüela. Posteriormente, sacó su licenciatura en Comunicaciones en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC), para luego continuar con su sueños estudiando Animación 3D, en Disnet, España.
También realizó una pasantía en la empresa de animación 2D Tokyo Movie Shinsha de Japón, donde forjó su conocimiento en ese ámbito escénico.
Adrián, además, obtuvo un máster en Dirección de Cine en la Escuela de Cine Nucine, en Valencia, España.
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Sus inicios
Pese a que en Honduras no se contaba con las suficientes herramientas para sobresalir en el cine, Guerra supo cómo utilizar el poco recurso existente para convertirlo en una auténtica obra de arte.
El cineasta contó que gozaba de participar en proyectos de películas, novelas y series en Honduras, y una de sus primeras experiencias la tuvo en la obra «Almas de la medianoche«, de Juan Carlos Fanconi.
De acuerdo con Guerra, en esa película introdujeron por primera vez los efectos visuales. «Estaba como resurgiendo el cine, porque prácticamente estaba dormido y se empezó a explorar lo que es el cine», manifestó.
Adrián ha llegado a tener relevantes cooperaciones que lo han llevado hasta las cadenas más prestigiosas del cine, como el popular Netflix. «Se llama El Camino de Xico, fue una coproducción con un estudio mexicano, que es uno de los más grandes en México», contó.
Asimismo, resalta los logros que se ha dado en Honduras con relación a la industria cinematográfica.
«Gracias a Dios, después de una lucha de más de 8 años, se logró aprobar la ley de cine y eso fue un gran logro para el cine hondureño, porque no había nada que podía respaldar la producción del cine. Ya se está viendo el fruto apoyando proyectos con cortometrajes, películas, incluso animación, entonces ya es una luz en el fondo», comentó.
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Importantes premios
A lo largo de su carrera Adrián ha conquistado significativos premios internacionales que han llenado de orgullo a Honduras. Uno de ellos es el que obtuvo a mejor cortometraje animado en el Festival Fenaco de Cusco, Perú, con el cortometraje “Oscuro cardinal”.
Además, en el Festival de Morelia, México, alcanzó el primer lugar con el cortometraje “Xico y el Espejo”.
De igual manera, logró figurar entre los artistas galardonados por la prestigiosos premios Emmys, uno de los más importantes en Estados Unidos. Los tres premios los obtuvo gracias a la campaña de animación 3D “La Abuelina por nuestra salud y bienestar”.
El primer reconocimiento lo conquistó en 2021 bajo la clasificación de mejor spot televisivo. Mientras que su segundo y tercer premio los recibió este 2022 por mejor campaña publicitaria y mejor spot televisivo.
“La Abuelina por nuestra salud y bienestar”
«Nosotros hicimos una campaña para Estados Unidos, justamente por el COVID, porque había mucha desinformación en ese momento y mucha gente no se quería vacunar y no se protegía. Entonces vimos que realmente había una necesidad de hacer entrar en razón a muchas personas, principalmente a los latinos. Desarrollamos una campaña animada, considerando que el mercado principal al que estábamos llegando era el latino, teníamos que llegarle de una forma mas amigable, entonces desarrollamos un personaje amigable que es la abuelina», contó.
Asimismo, comentó que gracias a la campaña social se consiguió que un número considerable de personas acataran las medidas de bioseguridad e incrementara la demanda de vacunación.
«Fue increíble porque no creímos que por medio de un personaje animado íbamos llegar a tanta gente. Emmy está reconociendo esa labor porque prácticamente desbancamos a todas las campañas que se estaban haciendo. Me siento muy orgulloso, la animación puede cambiar vida y nosotros no estamos tan consciente de eso pero realmente si tiene bastante influencia», expresó Guerra.
Por más proyectos
Actualmente, el profesional del cine se encuentra inmerso en diversos proyectos importantes, con los que desea seguir destacando su talento.
Uno de los más relevantes es el largometraje que combina una parte filmada y otra animada, por lo que es un plan a largo plazo. Según comentó, este trabajo lo realiza en su tiempo libre, pues es como un pasatiempo ya que disfruta hacerlo. «Yo lo disfruto mucho, es como mi escape del día a día», manifestó.
Adrián compartió un poco de la reseña de este largometraje, con el cual ha soñado desde muy pequeño. «Es un drama con fantasía donde un niño está a punto de perder a su madre que está en coma, y este niño quiere comunicarse con ella, pero como físicamente no es posible, recurre a los sueños para poderse comunicar con ella por última vez», adelantó.
Guerra, además, se encuentra trabajando en otras colaboraciones y cortometrajes, así como también dedica tiempo en publicidad.
