SAN PEDRO SULA. Una verdadera fiesta es lo que se vivió previo al «Clásico Moderno», Real España contra el Olimpia, partido que lamentablemente se «manchó» con algunas acciones al final del encuentro.
Al comienzo, adultos y niños llegaron al estadio, en un ambiente tranquilo con los cánticos de los aficonados locales de fondo. Música y bailes llenaban la primera calle de San Pedro Sula.
En las entradas del estadio Morazán, la Policía Nacional y fuerzas militares resguardaban el perímetro.

Adentro del estadio, los aficionados «aurinegros» a decirles a los «albos» que el Real España ganaría el encuentro.
Las personas que llegaron temprano al estadio Morazán, disfrutaron del partido de reservas. Los jugaros del «La Máquina» también estuvieron presentes.

Más tardes, los miembros de la «Ultra Fiel» se hicieron presentes. Saltando y cantando, así fue su ingreso al estadio.
En el desarrollo del segundo tiempo, los hinchas del Real España deleitaron al público con cánticos y con un espectacular mosaico de bengalas.

Los momentos de tensión
Finalizado el partido, ocurrió lo lamentable. Luego de que miembros de la barra del Real España comenzaran a abrir los portones para «enfrentarse» a los olimpistas, tal acción dejó un ambiente de pánico dentro y fuera del estadio. La Policía Nacional tuvo que usar el recurso de bombas lacrimógenas, afectando a jugadores de reservas, periodistas, directivos y aficionados en general.
Un encuentra del que comenzó como una fiesta, pero que terminó en actos lamentables que mancharon el fútbol hondureño.
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