TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ana García de Hernández llegó hasta las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para conocer el fallo del pleno de magistrados sobre la apelación presentada por la defensa del expresidente Juan Orlando Hernández.
Junto a la ex primera dama llegaron sus hijas, Daniela e Isabela, quienes mostraron un temple muy fuerte y serio en todo momento. En declaraciones para los medios de comunicación, García dijo que espera que este día «se haga justicia».
«Que se haga justicia. Que se respete el derecho que nos asiste a las personas y las naciones, sí así fuera esta trama termina y para de inmediato», dijo al llegar.
Asimismo, recordó la frase que dijo el expresidente en una carta que ella misma compartió en sus redes: «creo en Dios», dijo asegurando que está confiada en que «él será su juez».
«Creo en Dios, dice Juan Orlando, y nuestra familia también. Sé que él es justo, él es nuestro juez, conoce nuestros pensamientos y actuaciones. En él está nuestra fe y nuestra confianza», añadió.
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Ana García también aprovechó para agradecer a todas aquellas personas que han mostrado su apoyo a la familia. Así como las que mantienen en oración la situación del expresidente. También dijo que perdonaría a todos aquellos que los «adversan».
Expectativas positivas
De la misma forma, la ex primera dama dijo que su presencia en el recinto de justicia no era para «hacer presión», sino para acompañar a su esposo, quien guarda prisión desde el pasado 15 de febrero.
«Nosotros no venimos aquí a presionar como muchos han estado presionando desde posiciones de poder, queriendo intimidar a la corte. O como gobiernos o instituciones de otros países que lo han hecho constantemente. Tengo esperanza que hoy se tome una resolución apegada a la justicia y que mi esposo pueda ver muy pronto la libertad», expresó la ex primera dama.
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Oración de rodillas
Junto a la esposa e hijas del expresidente llegaron militantes del Partido Nacional para mostrar su apoyo y solidaridad con el exmandatario y su familia. Estas personas comenzaron una fuerte oración pidiendo por que se haga justicia.
Tomados de manos y colocados en un círculo, los militantes comenzaron una oración dirigida por la ex primera dama.
«Declaramos tu victoria señor, creemos en ti y confiamos en ti. Sabemos que estás con nosotros. La sangre de Cristo tiene poder», dijo la ex primera dama mientras abrazaba a sus hijas.
Asimismo, una de las presentes se arrodilló y comenzó a orar en voz alta, pidiendo por la liberación de Hernández.
«Ayúdalo señor porque tú eres el único, eres el abogado de nosotros. Que este día sea un día de bendición para esta familia. Que las puertas donde se encuentra ese varón sean abiertas», pidió una pastora que se hizo presente.
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