SAN PEDRO SULA, HONDURAS. La desesperación y el desconsuelo envuelven a la familia de Antonio Brevé, a quien raptaron desde hace 37 días cerca del Instituto José Trinidad Reyes (JTR) de la capital industrial del país.
Desde entonces sus parientes claman por volver a tenerlo en casa y siguen exigiendo a las autoridades policiales que investiguen más a fondo y no se detengan, pues, hasta ahora, no les han dado respuesta alguna.
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Justamente hoy que se cumplen 37 días de su rapto. Familiares, amigos y vecinos se reunieron para seguir alzando la voz. Se apersonaron con pancartas en el sitio donde sujetos desconocidos se llevaron a Brevé. Ahí su madre brindó declaraciones.
«37 días desde que se lo llevaron, 37 días que nuestra vida se derrumbó. Estamos desechos, solo esperando y esperando», sostuvo su progenitora.
Con sus ojos llenos de lágrimas añadió que «Yo ya no tengo fuerzas. Mi corazón está desecho por mi hijo. Yo quiero tener noticias de él».
Por otro lado, la madre del joven comerciante reveló que aún tiene esperanzas que esté vivo, aunque «es una angustia terrible. No le deseo esto a nadie».
Con dolor y nostalgia, la progenitora también envió un mensaje a quienes raptaron a Brevé: «Los que tienen a mi hijo, que Dios los bendiga, porque soy una mujer cristiana. Les pido que me lo regresen, por favor«.
De su lado, la esposa de Antonio también suplicó a las autoridades que les ayuden. «Necesitamos saber qué pasó o qué está pasando. Lo necesitamos, sus hijas lo necesitan», mencionó.
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