El árbitro de Rugby, Nigel Owens, reveló haber pedido ser castrado químicamente cuando se dio cuenta de que era homosexual.
El galés, que anunció su inclinación sexual en 2007, fue el primer árbitro en confesar su homosexualidad.
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Aunque aceptarlo fue complicado para él manifestó el referí considerado como uno de los mejores.
“Yo no quería ser gay, pedí a mi doctor que me castrara químicamente”, contó el colegiado.
Nigel Owens, de 45 años, reveló a la BBC que incluso cayó enfermo, llegando a sufrir bulimia
“Arbitrar una final de Copa del mundo, ante 85.000 personas en el estadio y millones de telespectadores, te mete muchísima presión».
«Pero, a pesar de eso, no es nada comparado con el hecho de aceptarme a mí mismo, tal como soy”, explicó.
“Conseguir que aceptara lo que era me salvó la vida“, prosiguió Owens, quien ha estado en los mundiales de 2007, 2011 y 2015.
Además, el colegiado relató que intentó suicidarse mezclando whisky con paracetamol.
“Si no estás contento con lo que eres, no te convertirás en la mejor versión de ti mismo ni destacarás en lo que haces».
«No apreciarás la vida“, aseguró el galés, que pasó cinco días en el hospital tras la tentativa de suicidio.