Los manifestantes del grupo Tsunami Democràtic y sus adherentes empezaron a agruparse en las cercanías del Camp Nou a pocos minutos del inicio del partido.
Cuando los 22 jugadores saltaron al campo de juego se pudo apreciar un mosaico gigante que ocupaba la totalidad de la grada. La mitad reflejaba los colores del club y la otra mitad los de Cataluña: rojo y amarillo.
Además, varios aficionados llevaron pancartas con el lema escrito en inglés “España siéntate y habla”, mientras los aficionados entonaban el himno del Barcelona. También se vieron banderas gigantes que decían, también en inglés, la palabra “Libertad”.
Por otra parte, en el minuto 55 el partido se vio interrumpido por una nueva protestas. En este caso fueron balones amarillos los que fueron arrojados al campo de juego en forma de protesta contra la represión llevada adelantar por la policía en diferentes manifestaciones independentistas. La transmisión oficial cambió la cámara para evitar mostrar la manifestación.
Fueron dos minutos sin acción en el terreno de juego, tiempo que necesitaron los asistentes de seguridad para retirar los balones. Además, en las gradas, los aficionados volvieron a levantar sus pancartas.
Un clásico pospuesto
Cabe mencionar que hubo que posponer dos meses la disputa de partido más importante de la liga española, el clásico entre FC Barcelona y Real Madrid, pero no ha sido suficiente para anular las protestas independentistas que se han puesto en marcha en la previa del encuentro.