TEGUCIGALPA, HONDURAS. El capitán de navío Manuel Mejía, reveló que los dos barcos que naufragaron el miércoles zarparon desde La Mosquitia, no desde La Ceiba como se había pensado en un principio.
Según el vocero de Marina Mercante de Honduras (MMH), las embarcaciones «salieron de Puerto Lempira», Gracias a Dios. Señaló que «aunque salgan de La Ceiba, de Roatán o Guanaja, se despachan con la tripulación mínima» luego de hacerles los revisiones de navegación para constatar que están en condiciones adecuadas para navegar.
En ese mismo orden de ideas, Mejía señaló que, los barcos, luego de despacharse con la cantidad mínima de personas (tripulación), llegan a Gracias a Dios y es allí donde abordan los buzos y «cayuqueros».
Al mismo tiempo, destacó que en el caso Capitán Waly, este tiene capacidad de llevar consigo a unas 70 personas. Sin embargo, al momento del naufragio transportaba a 91, de los cuales nueves están desaparecidas y 27 murieron.
Lea también: Revelan listado de los 27 náufragos fallecidos en La Mosquitia
Requerimientos para navegar
Entre sus declaraciones, Mejía dijo que cada embarcación necesita tres certificados para su operación.
-
La patente de navegabilidad: especifica todas las características de la embarcación.
-
Certificado de navegabilidad: revela a través de una inspección que el barco puede navegar.
-
Certificado de dotación mínima: detalla el número máximo y mínimo de tripulación.
Por consiguiente, el empleado enumeró que entre el mínimo de una tripulación se debe tener un capitán, un primer oficial, un maquinista y cinco marinos.
«Anteriormente se les hace una inspección para renovar el certificado de navegabilidad. Luego se dice si puede navegar. Si al momento de la inspección tiene tres o cuatro deficiencias, no pasa la prueba. Entonces es reprogramada cuando el dueño subsana las deficiencias», detalló.
Siguiendo con su exposición, aseguró que si los barcos navegaban, era porque cumplían con los tres requerimientos mencionados. Sin embargo, señaló que, aunque los navíos desatraquen con la tripulación mínima, en su trayectoria terminan excediendo el número de personas permitidas.
Sobre ese último punto, puntualizó mencionando que las cargas de los buzos se realizan en diferentes puntos de La Mosquitia y ya ahí «no hay manera de chequearlos» por lo que se convierte en tarea de la Fuerza Naval, vigilar y aplicar multas.