CORTÉS, HONDURAS. El pasado 11 de abril, con bombos y platillos, el excomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Gabriel Rubí, anunciaba la instalación del hospital móvil (carpa) en la ciudad de Villanueva, para la atención de personas sospechosas de COVID-19.
En aquel momento, el también titular del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), indicó que el valor de la carpa, era de 5.5 millones de lempiras. Igualmente, aseveró que la estructura «fue adquirida junto con la clínica móvil para aislamiento en DXL Enterprises, LLC de Estados Unidos».
También, explicó que contaba con «un sistema de aire que permite limpiar y purificar el mismo. Es decir, eliminar el virus que podría circular en el aire». También que había una recepción de enfermería.
Primeras denuncias y abandono
Sin embargo, pasaron varias semanas y dicho «hospital» no abría sus puertas a los pacientes de Villanueva. Por aquellos días, esta ciudad era la más afectada por los embates de la pandemia del COVID-19.
Las primeras denuncias que llegaron era que ni siquiera habían instalado la electricidad y el servicio de agua en la carpa. Además, las instalaciones estaban en completo abandono, sin ni siquiera un guardia de seguridad en la zona.
Desde ese momento, los señalamientos hacia Copeco no pararon, puesto que no se justificaban los 5.5 millones que pagaron por la clínica. Es así, como el 24 de abril, el Ministerio Público (MP) inició una investigación en cuanto a ese inmueble.
Inicio investigación a Copeco
Dicha proceso lo ejecutaron equipos de la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP). Esto, en colaboración con agentes de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
Los fiscales y agentes de la ATIC tomaron declaraciones del alcalde de Villanueva, Walter Perdomo. También de la directora de la Región N. 5 de la Secretaría de Salud, Dinora Nolasco.
Días después, el edil de Villanueva dijo que en ves de ser una ayuda, lo que dejó Copeco ahí fue un «clavo». Puesto que con el abandono, la alcaldía se encargó de poner a funcionar la carpa, cuyo acción se tornó complicada.
Pero, a través de donaciones, préstamo de equipo y uso de fondos municipales, lograron echarlo andar. Mientras tanto, el abandono por parte del gobierno siguió, y los señalamientos contra Gabriel Rubí, siguieron, y aunado a ello, una compra sobrevalorada de percoladoras lo llevarían a la renuncia.
Tras el escándalo destapado y la dimisión de Rubí, a la palestra llegó Carlos Cordero, para comandar Sinager y Copeco. Eso suponía un cambio de estrategia y un mejor manejo de la emergencia que abatía al país.
Carpas móvil inundada
No obstante, en el miso vieja que llegó el invierno, también iba incluida una inundación en la carpa de Villanueva. Misma que puso la tapa al pomo y dejó en evidencia el mal manejo en la compra e instalación del sanatorio móvil.
Específicamente, el 15 de julio, el personal médico que servía en el lugar mostraron el hecho a través de varios vídeos, los cuales se viralizaron de inmediato. Una vez más, la indignación de la población salió a relucir, aduciendo que los 5.5 millones fueron una coladera ante una pequeña tormenta.
Tanta proporción tuvo la inundación, que hasta el presidente salvadoreño Nayib Bukele lo mencionó en la inauguración de un Hospital Móvil en aquella nación.
Justo antes de la inundación, la ATIC secuestró documentos a la COPECO que contienen información clave sobre la cuestionada adquisición del hospital móvil.
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Varias eran las denuncias que el Ministerio Público (MP) está investigando acerca de dicha «carpa», desde su precio sobre-valorado, abandono de la misma, cuánto tiempo tardó en iniciar operaciones y por qué. Además, que no servía para internar pacientes.
Un mes después, mientras realizaban el cambio de ubicación a un lugar menos inundable, la ATIC con apoyo de ingenieros civiles estaban ayudando a determinar «Si está bien hecha o no la instalación de ese recinto». Al mismo tiempo, constatar o desmentir la sobrevaloración de éste.
Sin embargo, el portavoz de la ATIC se mostró hermético al consultarle sobre detalles de la investigación. Aunque, explicó que se está tratando de no entorpecer el trabajo del equipo a cargo de ésta.
Secuestran documentos de carpa en Villanueva
Una de las últimas acciones del MP fue el pasado martes 18 de agosto, cuando agentes de la ATIC llegaron hasta las oficinas principales de la Copeco en Tegucigalpa. Esto, para secuestrar documentos en torno a la compra de la carpa en Villanueva.
«Es una línea de investigación en COPECO que inició hace tres meses. Este hospital móvil lo compraron durante la gestión del Gabriel Rubí quien ya dio declaración ante el MP. No obstante, la factura original de la compra nunca se hizo llegar y es por eso que hoy se está secuestrando información», detalló Yuri Mora, portavoz del MP.
A renglón seguido, expuso que semanas atrás ya habían solicitado información relacionada a esa compra, sin embargo, dicha institución hizo caso omiso a ello.
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En consecuencia, «la ley faculta al MP que si una institución no cumple en tiempo y forma mientras se lleva una investigación penal, puede hacer secuestro de información como se hizo hoy», agregó.
No cabe duda, que desde el pasado 11 de abril, las vistas constantes a la carpa móvil en la ciudad azucarera de Honduras, han sido en mayor parte, de entes fiscalizadores. Mientras que, los pacientes de sospechosos o confirmados por la COVID-19, poco o nada la han utilizado.
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