REDACCIÓN. A finales del año pasado, se detectó en Reino Unido una nueva mutación de la COVID-19 con características más peligrosas que la cepa original, pero así como ha evolucionado el virus, las pruebas para detectarlo también lo hacen.
En China, han comenzado a utilizar pruebas anales para evaluar a las personas que consideran de alto riesgo de contraer la COVID-19, según el portal The Washington Post.
La insólita medida ha generado una avalancha de reacciones en redes sociales ante un tratamiento considerado inapropiado.
Las polémicas pruebas
Según explica el citado medio, desde el pasado domingo, las autoridades locales han comenzado a tomar muestras anales de los residentes de barrios de Pekín en los que se han confirmado casos de COVID-19.
Una prueba que, según el subdirector del departamento de enfermedades respiratorias e infecciosas del Hospital You An de Pekín, Li Tongzeng, puede incluso aumentar la tasa de detección de personas infectadas.
Según las autoridades sanitarias chinas, los rastros del virus que se encuentran en el ano pueden durar más que en el tracto respiratorio, tal y como cuenta Tongzeng. El método en cuestión implica la inserción de un hisopo de algodón de unos dos o tres centímetros empapados de solución salina en el ano. Después de varios segundos, en los que se recogen restos de heces, los especialistas sanitarios analizan la muestra para detectar rastros activos del virus.
Tongzeng explicó en declaraciones a los periodistas, que la prueba puede ser una gran alternativa en algunos escenarios: «Teniendo en cuenta que la recolección de hisopos anales no es tan cómoda como la de los hisopos de garganta, puede ser una buena opción en grupos clave, como los de aquellas personas que estén en cuarentena».
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Críticas negativas
La nueva prueba ha generado una gran controversia en redes sociales. Donde varias personas afirman haber pasado no solo incomodidad sino también vergüenza durante la prueba.
Durante estos últimos días, un gran número de personas se ha mostrado en contra de este nuevo test, afirmando que es humillante.
La situación ha quedado reflejada en la red social Weibo. Allí, el 80% de personas que han participado en una encuesta relacionada con este nuevo método, aseguran no estar a favor del mismo.
Fuente: Infobae
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