LOS ÁNGELES. Extraño” y “maravilloso” han sido algunos de los adjetivos elegidos por Chris Martín para hablar de su ruptura con Gwyneth Paltrow. El final de su historia de amor –anunciado por ellos en marzo de 2014 bajo el término “desacoplamiento consciente” – no parece nunca escribir su último capítulo y ahora es el músico el que confiesa que tras la separación amistosa y la imagen de dos ex con una relación idílica se esconde un “año de depresión”.
Ha sido en declaraciones a Sunday Times Magazine, en donde el cantante de Cold Play ha hablado abiertamente del final de sus once años de amor con la actriz. “Todavía me despierto muchos días de bajón. Pero ahora siento que tengo las herramientas para darle la vuelta a la situación”, cuenta Martin añadiendo que le llevó “un año de depresión” conseguir esto.
El cantante reconoce a la vez que ha tenido una separación y un divorcio “maravilloso”. “Es un divorcio, pero es uno extraño”, afirma consciente de que a menudo son tomados como un ejemplo de ex bien avenidos. No en vano -padres de dos hijos, Apple, de once años, y Moses, de nueve- él y Gwyneth Paltrow siguen compartiendo vacaciones y otras citas familiares como el Día de Acción de Gracias.
“Puedes tomártelo de manera muy agresiva, maldecir y maldecir. O puedes hacerlo de otra manera: como si llevaras el coche al garaje, aparcarlo, limpiar el motor y arrancar de nuevo”, cuenta a la citada publicación a la vez que afirma que ahora está más “tranquilo” y “agradecido”.
“Es divertido. Yo no pienso en esa palabra muy a menudo, divorcio. No lo veo de esa manera. Yo veo más que conoces a alguien, pasáis algún tiempo juntos y luego las cosas cambian”, afirma. El artista añade que en este tiempo ha encontrado refugio e inspiración en la obra de Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido y en los versos del poeta Rumi. «Un poema de Rumi lo cambia todo», llegó a decir durante la entrevista.
Durante una escapada familiar a las Bahamas, en marzo de 2014, cuando Chris Martin y Gwyneth Paltrow anunció su separación a través de un comunicado: “Nos hemos esforzado mucho durante más de un año, a veces juntos, otras separados, para ver qué era posible hacer entre nosotros, y hemos llegado a la conclusión de que debemos estar separados a pesar de lo que nos queremos».
Un mes después, el cantante entonó el ‘mea culpa’ durante una entrevista a la emisora BBC Radio 1: «Hace un par de años no era capaz de disfrutar de los buenos momentos ni de las cosas maravillosas que me rodeaban», manifestó haciendo alusión a algunos problemas anímicos. «Si no puedes abrirte, no puedes apreciar la maravilla que tienes. Es posible que estés con alguien maravilloso, pero por tus propios problemas no puedes disfrutarlo como deberías», añadió. Declaraciones como estas y la buena sintonía que han mostrado desde su ruptura han hecho que en más de una ocasión se especule con una posible segunda oportunidad, sin embargo, sus vidas están tomando caminos separados.
En la misma entrevista Chris Martin afirma que desde su ruptura con la actriz ha vivido muchas cosas. La última salió a la luz el pasado otoño, cuando después de un tiempo de en el que se le relacionaba –con algunas idas y venidas- con la actriz de moda, Jennifer Lawrence, fue visto besándose en plena calle con Annabelle Wallis. La actriz británica parece haber devuelto la ilusión al cantante y, de momento, se presenta como una pieza que encaja a la perfección en el puzle creado por la expareja que ha puesto de moda el término “separación amistosa”. De hecho, en noviembre se dio a conocer que tanto ella como Paltrow iban a participar en el último disco del cantante, haciéndole lo coros en el mismo tema.
Por su parte, a Gwyneth Paltrow, desde finales de 2014 se le comenzó a relacionar con Brad Falchuk, aunque la confirmación llegó en marzo de 2015 -un año después de su ruptura- cuando se les vio acudir juntos a la fiesta de cumpleaños de Robert Downey Jr.
