TEGUCIGALPA, HONDURAS. A través de un pronunciamiento, la comunidad científica hondureña dio a conocer su posición sobre un polémico tema, el uso del dióxido de cloro para tratar la COVID-19.
El documento está firmado por grandes científicos como Sir Salvador Moncada, Dr. Mary Vallecillo, MSc. Karen Orellana, Emilio Amador, Julio Cesar Zúniga-Moya, Dra. Semma Julissa Villanueva, Luis Enrique Romero Reyes, Orlando Garner y María Elena Bottazzi.
«De manera irresponsable, personas han aparecido en medios de comunicación reconocidos argumentando que sustancias como el dióxido de cloro tienen propiedades para tratar no solo enfermedades infecciosas sino también condiciones como el autismo, lo cual demuestra no solo falta de conocimiento sino falta de respeto hacia la comunidad autista en Honduras y alrededor del mundo», dice el comunicado.
Por tanto, agregaron que es preocupante para la comunidad de las ciencias médicas cómo se ha promovido la desinformación sobre medicamentos milagrosos y tratamientos profilácticos.
Apuntan que se están promoviendo sustancias «sin ninguna evidencia científica, basándose en estudios mal diseñados y/o fundamentándose en anécdotas personales o de colegas».
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Estudios
Explicaron que el diseño de fármacos para tratar o prevenir diferentes patologías, incluida la COVID-19, son procesos complejos que involucran el estudio de las bases moleculares de la enfermedad, experimentación validada con metodologías reconocidas por la comunidad científica y la evaluación cuidadosa de los datos científicos del medicamento.
El proceso permite asegurarse de que es seguro y eficaz para concluir si la aprobación para uso en humanos (fuera de ensayos clínicos) es viable, sostienen.
No cuenta con autorización
En cuanto al dióxido de cloro, reiteraron que no cuenta con autorización para tratar ninguna enfermedad conocida, debido a que no existe evidencia sobre su eficacia y seguridad.
Por su parte, la FDA advierte sobre efectos adversos al consumir dióxido de cloro, desde insuficiencia respiratoria causada por meta-hemoglobinemia y modificación en la actividad eléctrica del corazón.
«Lo que puede llevar a ritmos cardíacos anormales y posiblemente mortales, baja presión arterial mortal causada por deshidratación, insuficiencia hepática aguda, anemia hemolítica y diarrea severa, entre otros», advierten los científicos hondureños.
Recomendaciones
Como otro punto importante, recomendaron evitar la promoción y recomendación publicitaria de tratamientos sin respaldo científico.
Indicaron que esos fármacos pueden generar efectos adversos graves en las personas. El riesgo se incrementa cuando se administran productos no farmacológicos como dióxido de cloro y medicamentos en ausencia de condiciones controladas y sin supervisión médica.
«El éxito de toda intervención de salud pública pasa por la colaboración multisectorial. Y los medios de comunicación tienen una responsabilidad ineludible de garantizar información veraz, en especial relacionada a temas de salud», expresaron.
Estrategias de regulación sanitaria
Asimismo, remarcaron que es necesario implementar estrategias efectivas de regulación sanitaria, promoción del autocuidado y farmacovigilancia. De esta manera se podrá identificarlos riesgos del uso de medicamentos y sustancias no farmacológicas.
Por último, instaron la población a no consumir sustancias químicas o cualquier producto no farmacológico o medicamentos sin prescripción médica que puedan afectar su salud a seguir las medidas de bioseguridad y distanciamiento físico.
«Ya que junto con las vacunas son las únicas intervenciones sanitarias que han demostrado científicamente su efectividad para disminuir el número de contagios», finalizaron.
PRONUNCIAMIENTO ÍNTEGRO
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