Con profunda tristeza, consternación y después de más de cinco años de lucha ardua contra el cáncer, la pastora Ninoska de Ponce, a quien con cariño le decían «La Mama Ninos», hoy partió a la presencia de Dios.
Junto a su esposo, German Ponce, son los máximos líderes de la Iglesia Ebenezer. Lo común en una reunión era encontrarse en los pasillos a la pastora y recibir palabras de aliento, consejos e incluso, algunos regaños.
El legado de Ninoska de Ponce no se limita a su papel en la iglesia, se engrandece con la imagen de humildad y su espíritu indomable que la caracterizaban como mujer.
Durante el Congreso de Jóvenes «Heridos en el Corazón» que se realizó el 5 de octubre de 2013, su anuncio causó lágrimas y tristeza en los presentes. Ese día, dijo que se ausentaría un tiempo, pues le habían detectado cáncer.
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Aunque no reveló desde cuándo lo padecía, sí contó a los jóvenes que tendría que viajar a Estados Unidos para su tratamiento. En los meses siguientes, su ausencia era notable en la reconocida Ebenezer. Llenos de dolor, familiares trataron de manejarlo con hermetismo.
En un momento se notificó a sus allegados y fieles de la congregación que la pastora había vencido el cáncer. Pero su condición era tan agresiva que el padecimiento regresó y, en esa ocasión, conseguía ausentarla más tiempo.
A pesar de cuán débil se sentía por la quimioterapia, la pastora Ninoska exigía que la llevaran a las reuniones. Danzaba, cantaba y sonreía con el mismo ímpetu que siempre la caracterizó y por lo cual se ganaba los corazones de las personas.
Las alarmas se encendieron cuando de pronto la vieron en las reuniones y su contextura no era la misma, lucía más delgada, y un poco agotada. Ante las preguntas de los fieles, su esposo, German Ponce, pidió oraciones
Complicaciones en su salud
La condición de la pastora se complicó a mediados de 2018, incluso llegando a preocupar al máximo líder de Ebenezer. «La fe en Cristo es lo que nos da fuerza a todos. En la familia nos ha hecho estar más juntos en devoción. Al mismo tiempo nos ha hecho saber que estamos en las manos de Dios», dijo el Dr. Ponce en septiembre.
Tras su ausencia en los primeros meses de 2019, hoy la noticia cayó como balde de agua fría. Los mensajes de apoyo a la familia no han faltado, y muchos se preparan para acompañar su velorio y funeral.
Resta decir que los comentarios de los ciudadanos hacen alusión a los recuerdos que dejó en sus vidas; todos la recuerdan como una mujer guerrera, llena de valentía y de gran corazón. La pastora Ninoska de Ponce descansa en pos del creador del universo.