HONDURAS. ¿Por qué se producen?, ¿cómo se dan?, ¿influye el clima? Son varias las preguntas que surgen en la población después de que se produce un movimiento telúrico, como ayer en San Pedro Sula.
Las personas se alarman, y aunque a veces suelen generar graves daños, los sismos son comunes.
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Las autoridades de COPECO informaron ayer que se produjo un sismo de 3,6 grados en la escala de Richter, a eso de las 10:13 de la noche.
Por otro lado, el Monitor de Sismos de Nicaragua confirmó que el movimiento alcanzó 1 kilómetro de profundidad y su epicentro fue 27 kilómetros al norte de San Pedro Sula.
Para aclarar todas las dudas, Diario TIEMPO contactó a Gerson Valle, ingeniero de Prevención y Mitigación de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO).
Él subrayó, en primera instancia, que el sismo de ayer puede asociarse a las unidades morfotectónicas, dado que la zona de norte a sur de Honduras se le conoce como «depresión central».
«Esa depresión está conformada por los valles» y tiene varias fallas geológicas que pueden catalogarse como «normales», así como vulcanismos inactivos.
El movimiento de ayer se produjo específicamente en la depresión central, donde se encuentra el Valle de Sula, y probablemente se generó debido al estiramiento de las placas, o micro placas, que hay en el territorio.
«Cuando se estiran las placas, se producen las unidades morfotectónicas, que son los valles, y por ende, se producen sismos», dio a conocer.
Gerson Valle dijo que los sismos no están asociados con el cambio climático. «Es totalmente ajeno«, aclaró, sino que se producen por la dinámica de la Tierra, pues está en constante movimiento, sobre todo en su primera capa.
«Siempre vamos a tener esa actividad. En la parte del Pacífico se da todos los días, donde se contabilizan hasta 15 sismos de diferentes magnitudes», aseguró.
El ingeniero, además, arguyó que el sismo de anoche no debe provocar alarma en la población, sino que debe servir para informarse, educarse y despejar todas las dudas existentes.
Por ejemplo, algunas personas creyeron que se produjo porque la zona norte pasó repentinamente de temperaturas altas a frescas, pero Gerson Valle mencionó que los movimientos telúricos no se producen por una razón como esa.
«Un kilómetro de profundidad es bastante corto y de ‘pura roca’, ¿cree usted que pueda ser influenciado por el clima de la superficie? ¡Imposible!», mencionó él.
Del mismo modo, manifestó que para que ocurra un sismo, la roca debe tener una temperatura extremadamente mayor a la que está en la superficie. «No tiene nada que ver con la sensibilidad del territorio», agregó.
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