REDACCIÓN. La COVID-19 continúa modificando nuestra forma de vivir. Aunque se erradique la enfermedad en su momento, seguro que nos dejará la lección de ser más cuidadosos con nuestra higiene y prevenir los gérmenes.
La modernización apegada a la nueva normalidad mundial varía de país a país. En España, por ejemplo, hicieron una modificación singular a los semáforos para peatones.
La tecnología se creó -y ya se implementó- en la provincia de Barcelona, precisamente en la ciudad de Mataró.
Aunque en Honduras son pocos los semáfotos peatonales disponibles, sabemos que sólo es cuestión de presionar un botón con la mano para que el sistema agilice, si es posible, la luz verde y el permiso para cruzar. Tocar ahí, donde todos lo hacen, puede ser un foco de contagio.
Pero, es justo eso de utilizar nuestra mano para esa función lo que está a punto de cambiar. No, no en el país cinco estrellas, pero podría ser un mecanismo a tener en consideración a futuro.
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Uso del codo
El ayuntamiento de Mataró ha puesto en práctica numerosas medidas para paliar la propagación de COVID-19 en su territorio. Una de las más destacadas -e innovadoras- es la de sustituir los semáforos peatonales automáticos por otros manuales.
Es decir, aquellos en los que el peatón solicita el cambio de color presionando un botón. Solía hacerse con la mano, pero, ahora será con el codo.
Para que la opción sea efectiva, se adaptó a los semáforos una botonera mucho más grande de lo habitual, y más sensitiva. Además, está colocada más abajo, porque no es como que podemos estrechar tanto esa parte de nuestro cuerpo.
En total, en esa ciudad, se activaron 177 semáforos peatonales de ese tipo. Asimismo, implementaron otras medidas, como colocar pintura en suelo que marca la distancia de seguridad entre un transeúnte y otro. ¿Cuándo veremos estas funciones en el corazón de Centroamérica?
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