TEGUCIGALPA, HONDURAS. David Elías Campbell es un ciudadano hondureño al cual señalan como uno de los administradores y de los principales cabecillas de la organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13).
El pasado sábado lo arrestaron en Nicaragua en posesión de más de 407 mil dólares y en compañía de José Arturo Rivera Carranza. Ambos son de nacionalidad hondureña y los capturaron en un operativo contra el crimen organizado en Managua y Masaya.
De acuerdo a los datos de autoridades de Nicaragua, los billetes, armas y demás evidencia que se les encontró tenían partículas de cocaína.
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Captura
El segundo jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, Victoria Ruíz, informó que investigadores policiales realizaron registros en seis viviendas utilizadas por delincuentes. Hallaron 16 paquetes rectangulares envueltos con cinta adhesiva, color negro, que contenía moneda extranjera (dólares).
Asimismo, el funcionario nicaragüense dijo que se decomisaron seis automóviles, dos camionetas, dos motocicletas y un arma de fuego. El total de dinero en efectivo incautado fue de 407,029.00 dólares.
Sin embargo, esta no es primera vez que Elías Campbell comete un ilícito, de acuerdo a la ATIC era el encargado de llevar las finanzas de la MS-13. Campbel evadió tres veces a la justicia hondureña.
Uno de los máximos líderes de la MS-13
La Fiscalía identifica a David Elías Campbell Licona como uno de los máximos líderes y de alta peligrosidad de la Mara Salvatrucha (MS-13) en Honduras. Al sujeto también se le conoce bajo el alias del «Viejo», «Viejo Dan» o «Don David».
Según información de la ATIC, Campbell tiene una orden de captura en Honduras pendiente desde el 2016, emitida durante el operativo «Avalancha I».
En ese entonces se le investigaba por una línea de cabezales y furgones que pertenecían supuestamente a la empresa de Transporte Delca. Según la Fiscalía hondureña, el ente estaba registrado a nombre de David Elías Campbell.
Los delitos de los que se le acusa a David Elías Campbell es asociación para delinquir, extorsión, lavado de activos, entre otros.
Su jefe de seguridad era un subcomisionado policial
En el marco del operativo «Avalancha I» en el 2016, se conoció que el jefe de seguridad de Campbell era un subcomisionado de la Policía Nacional. Al parecer este funcionario usaba las patrullas para darle protección.
Como cabecilla de la MS-13 usó su sistema de inteligencia y así logró evadir la justicia y en ese entonces era su primera vez. Durante esa acción cayó su hijo, quien lleva su mismo nombre y guarda prisión en una cárcel hondureña.
La Fiscalía, en conjunto con la ATIC, quisieron tratar de detener por segunda vez a Campbell cuando recibieron la alerta que el peligroso cabecilla de la MS-13 se encontraba en una de sus propiedades en la colonia La Meseta de San Pedro Sula.
Sin embargo, aparentemente alertaron a Campbell y huyó antes de que lo capturaran.
De acuerdo a la ATIC, Campbell estaba encargado de manejar las finanzas de la MS-13. Al momento que se ejecutó la operación «Avalancha I», se incautaron propiedades, vehículos y unos 200 millones de lempiras en efectivo que estaban en cuentas bancarias y eran producto de la extorsión u otros ilícitos.
Unos 60 miembros policiales a su servicio
Las autoridades policiales hondureñas lo investigaron a por supuestamente cometer varias irregularidades. También, existe un informe que realizaron agentes especiales de la Policía colombiana y de Estados Unidos, en coordinación con las de Honduras.
Los resultados de estas investigaciones quedaron plasmados en un pormenorizado informe de la inteligencia del Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información (SERCAA) de la Policía, el cual trascendió en 2017.
Este documento de investigación detalla que Campbell pagaba planilla a más de 67 altos mandos y agentes de la Policía Nacional de Honduras. Ellos se encargaban de proveerle las armas tanto a la MS-13 como la Pandilla 18.
Asimismo, salieron a la luz los nombres, rangos y hasta los número de identidad de los policías vinculados con Campbell. Entre ellos había de la escala básica, oficiales de la escala ejecutiva, superior y se incluye al director general que estaba al servicio de la MS-13; todos están fuera de la institución.
Miembros policiales investigados
Entre los miembros policiales investigados están un general, dos comisionados generales de Policía, cuatro subcomisionados, seis comisarios, cuatro subcomisarios, ocho inspectores, cinco subinspectores, treinta y cuatro agentes y suboficiales de la escala básica, dos secretarías de la Policía y un fiscal.
En la lista también figuraba que trabajaban para la MS-13, supuestamente los policías Álvaro Guillermo Mejía Vargas y Juan Manuel Ávila Meza. Ambos se entregaron de manera voluntaria a la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
El informe también establece que todos estos policías rendían cuentas de manera puntual a David Elías Campbell Licona y a su hijo Elías Campbell Ríos.
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