TEGUCIGALPA. A través de un informe de resultados de la lucha antidrogas en varios países del mundo, Estados Unidos mostró y explicó las seis deficiencias que tiene Honduras en el combate del narcotráfico.
El informe, con fecha marzo del 2021, indica cómo ha sido la lucha y los avances en materia de combate al narcotráfico en varios países del mundo. En el caso de Honduras, se destaca que ha sido deficiente debido al gran tránsito de sustancias ilícitas y los vínculos de funcionarios públicos.
Además de eso, muestra que el famoso «tazón de seguridad» destinado para el combate de la criminalidad organizada y delincuencia ha servido de muy poco.
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Deficiencias de Honduras, según el informe
Según muestra ese informe, en Honduras destacan las siguientes deficiencias:
- Gracias a Dios es vulnerable y la zona más problemática
- Corrupción y falta de fondos
- Tasa de Seguridad
- Falta de recursos en las FFAA de Honduras
- No hay programas antidrogas en Honduras
- Bajo presupuesto para investigación de corrupción
Explotación del territorio hondureño por los narcos
El informe, al hablar de Honduras en su página 150, destaca que los traficantes de drogas «explotan» el territorio nacional para mover la cocaína con destino a EE.UU. Dice, además, que se desplazan por el país algunos elementos químicos que se usan en la elaboración de sustancias ilícitas.
El documentos destaca a Honduras como un país «clave» en el tránsito de drogas y sustancias ilícitas con rumbo a Estados Unidos.
Durante los primeros nueve meses del año 2020, en Honduras las incautaciones de cocaína superaron las cifras de todo el año 2019 pese al confinamiento por la pandemia del COVID-19.
Vulnerabilidad de Gracias a Dios
El documento de Estados Unidos también destaca que el país centroamericano tiene importantes desafíos para interceptar esa droga que entra de manera ilícita al país, tanto por las vías terrestres, aéreas o marítimas.
El departamento de Gracias A Dios, según ese informe, es más vulnerable al paso de droga. Ese aspecto se debe a la lejanía en la que se encuentra, una infraestructura limitada y el gobierno tiene un interés y presencia mínima sobre él.
En tal sentido, las organizaciones criminales se aprovechan de la vulnerabilidad y pobreza de esta comunidad y así evitan que se detecten los cargamentos de droga.
Honduras se ha vuelto productor a baja escala
El informe también destaca que en la última década Honduras se ha convertido en un productor de cocaína, pero a baja escala. Eso queda demostrado cuando las fuerzas estatales de seguridad encuentran plantaciones.
En el país centroamericano no existe la tecnología necesaria para saber qué calidad tiene esa hoja de coca.
Las cifras oficiales revelan que hasta el mes de octubre del 2020, la Policía Nacional de Honduras logró erradicar al menos 40 hectáreas de cultivos de la hoja de coca. A su vez, las fuerzas estatales localizaron y destruyeron 11 laboratorios clandestinos de producción de cocaína.
Hasta el momento no existe evidencia de que la cocaína que se estaba fabricando en Honduras haya llegado a los Estados Unidos.
Logros, políticas y tendencias para el control de drogas
El informe enumera cuatro situaciones en Honduras sobre el tema de control del paso de la droga y son:
Corrupción en Honduras
El documento destaca que la corrupción en Honduras, acompañada de las bajas tasas de impuestos que se recaudan, priva a las fuerzas de seguridad de hacer que se cumpla la ley.
Es decir, que las fuerzas del Estado no tienen los fondos económicos necesarios para detener el flujo y tránsito de droga, y a la vez para procesar a los responsables ante la justicia.
Tazón de seguridad
Por otro lado, el informe destaca que el famoso «tazón de seguridad», un impuesto que se comenzó a cobrar en Honduras en el año 2014, no satisface las grandes necesidades que tienen las fuerzas del Estado en materia de personal, equipo y tecnología de punta.
Estas deficiencias son más evidentes en las zonas remotas del país. En esos lugares los recursos son más limitados y desde la pandemia del COVID-19 se han visto aún más afectados.
Lucha con cooperación internacional
El gobierno de Honduras, a través de la cooperación con los Estados Unidos y otros socios internacionales, ha logrado nada más establecer la infraestructura básica de justicia para investigar, interceptar y enjuiciar a los narcotraficantes, destaca el informe.
Asimismo, señala que Honduras tiene suscrito un tratado de extradición con Estados Unidos y coopera de manera activa. De la misma manera, hay un acuerdo bilateral entre ambas naciones para combatir el tráfico ilícito de drogas por el mar.
Honduras forma parte de la Organización de Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de los Estados Americanos y Regional del Caribe y el Acuerdo Marítimo Antinarcóticos que se ratificó la Convención Interamericana sobre Derechos Mutuos.
Falta de recursos en las FFAA
El informe indica que durante los primeros meses del 2020, las autoridades hondureñas aseguraron que habían incautado al menos 2.8 toneladas métricas de cocaína. Esta cantidad superó a las 2.2 toneladas de cocaína incautadas durante el año 2019.
Sin embargo, el documento destaca que embarcaciones que se compraron para las Fuerzas Armadas de Honduras no están activas para operaciones antidrogas debido a la falta de combustibles y falta de presupuesto para el mantenimiento.
Incautaciones
El informe señala que el Ministerio de Defensa de Honduras comparte información de suma importancia con las autoridades estadounidenses, pero la operatividad es limitada.
Por otro lado, dice que la Unidad de Intercepción de Comunicaciones (UIC) es la que controla las instalaciones de intercepción judicial de los Estados Unidos. El gobierno trabaja con Honduras para examinar el acceso a estas instalaciones y operaciones contra la inteligencia generada.
Las autoridades hondureñas ejecutaron una operación antinarcóticos de seis semanas, acompañada de la operación de Dominio, entre los meses de mayo y junio del 2020, en conjunto con entidades estadounidenses. Esta operación decomisó 212 kilogramos de cocaína.
El Ministerio de Defensa informó sobre la destrucción de 34 pistas de aterrizaje clandestinas que eran utilizadas para el traslado de estupefacientes durante los 10 primeros meses de 2022.
Falta de programas antidrogas
De acuerdo con el informe de EEUU, la información pública sobre el consumo de drogas es insuficiente. Sin embargo, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) informa que las drogas que más se usan son la marihuana, hongos alucinógenas y la cocaína.
Los niveles de consumo de drogas son principalmente en estudiantes y parte de ellos de América Central. Los programas de prevención y tratamiento se vieron limitados en Honduras por la pandemia del COVID-19.
Bajo presupuesto para investigar la corrupción
El Gobierno de Honduras, como política oficial, no alienta ni facilita la producción o distribución de drogas ilícitas ni está involucrado en el lavado de los activos de la venta de drogas ilícitas, indica EE.UU.
Sin embargo, la corrupción sigue extendida en los sectores público y privado y las instituciones. Las autoridades hondureñas identifican y llevan ante la justicia a policías, militares y otros funcionarios públicos involucrados en el narcotráfico y delitos conexos, destaca el documento.
En enero del año 2020, el Gobierno permitió el mandato de la Misión de la de Apoyo a la Lucha contra Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) y el Fiscal General creó La Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO), destacó.
Asistencia de EEUU
Estados Unidos brinda asistencia a Honduras a través de la La Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (CARSI).
Además, EEUU se comprometió con las autoridades hondureñas a negar a narcotraficantes el uso del territorio hondureño. Del mismo modo, aumentar las incautaciones, facilitar la extradición de los traficantes. y apoyar los enjuiciamientos basados en Honduras y construir una presencia de seguridad más fuerte en las áreas afectadas.
Conclusión
La conclusión que da Estados Unidos es la siguiente:
Estados Unidos continúa ayudando a desarrollar la capacidad de las instituciones hondureñas para combatir el trafico de drogas, corrupción y otros asuntos criminales.
Mientras las autoridades hondureñas demostraban una capacidad mejorada para realizar interdicciones en 2020, el combustible era insuficiente, además las brechas de comando y control, la falta de confianza entre las instituciones militares y policiales, y comunicaciones limitadas, lograban obstaculizar el progreso adicional.
De manera similar, los activos de aviación estaban limitados y dificultaban las capacidades para poder localizar y rastrear el tráfico aéreo y marítimo en su territorio.
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