Dolores intensos y constantes son para prestarles atención, pues usualmente representan problemas mucho mayores que podrían requerir asistencia médica, así como un dolor de hombro que resulta ser un síndrome subacromial.
Si no habías escuchado o leído acerca de esta condición, le explicaremos para que pueda deducir si usted o alguien cercano lo padece.
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El síndrome subacromial es un grupo de patologías que afectan al hombro. Provoca un dolor intenso que, en muchos casos, impide descansar por la noche. Según información en National Center for Biotechnology Information, hasta el 50 % de los dolores de hombro se producen por esta afectación.
Según datos, existen diversos eventos que pueden desembocar en un síndrome subacromial. Algunos de ellos son genéticos, pues se puede favorecer por ciertas malformaciones congénitas.
Por otra parte, también puede surgir con el tiempo. A continuación, le exponemos las causas más comunes:
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Causas vasculares
La difusión de los líquidos necesarios para nutrir el tendón del hombro puede disminuir con la edad. El tendón del supraespinoso (un músculo piramidal del hombro) tiene una zona cerca de la inserción donde la llegada de flujo sanguíneo es muy crítica.
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Causas mecánicas
El movimiento de abducción del hombro puede causar el rozamiento entre estructuras delicadas. En estos casos, el tendón se inflama y se vuelve fibroso (produce una cantidad excesiva de tejido conectivo) debido al roce.
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Causas degenerativas
El acromion es una estructura del miembro superior, más específicamente de la escápula, que se encuentra situado sobre la articulación del hombro. Aquí se pueden producir unas deposiciones denominadas «osteofitos» protuberancias óseas no maduras que reflejan la presencia de una enfermedad degenerativa en el paciente.
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Causas traumáticas
La acción de los microtraumatismos, de forma repetida, provocan la degeneración e incluso la rotura de ciertas estructuras en el hombro. En este caso, estamos ante un cuadro causado por lesiones directas.
Síntomas
El síndrome subacromial se caracteriza por ser insidioso, progresivo y mecánico. Un artículo publicado en Acta Orthopaedica expone que algunos de sus signos clínicos son los siguientes:
- Dolor anterolateral bajo el acromion.
- Dolor en la elevación lateral y anterior. También se producen pinzamientos al realizar movimientos de rotación con el brazo, sobre todo si se hacen de forma rápida.
- Malestar al cargar peso y apoyarse sobre la zona afectada.
- Los pacientes suelen referir un característico dolor nocturno, que a menudo les impide dormir.
Ante un dolor persistente en la zona del hombro, lo mejor es acudir de manera oportuna donde el médico o fisioterapeuta para obtener un diagnóstico. El profesional será quien determine el mejor tratamiento para reducir el riesgo de posibles complicaciones.
Información verificada en el blog «mejor con salud».
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