CORTÉS, HONDURAS. Ayer fue sepultada la joven de 17 años Angie Ramos, ultimada con arma blanca por su expareja el pasado lunes en interior de un apartamento ubicada en el barrio Guamilito, delante de su hija de tan solo dos años de edad.
En medio del dolor, familiares de la infortunada revelaron que Steven Torres, el homicida y expareja, ya había intentado matarla en dos ocasiones anteriores, y que por esa razón se separaron.
En ese ese sentido, Marilú Ramos, hermana de la víctima, dijo que Angie sufrió dos años de martirio con Steven. Durante el tiempo que estuvieron juntos, él no la dejaba maquillarse, la golpeaba y celaba obsesivamente.
«Lo malos tratos de él eran por celos. Cuando estaban juntos, Anthony (Steven) también la celaba y dos veces la trató de matar, por eso se separaron”, contó.
Asimismo, Marilú indicó que Angie había dejado a Steven hace más de un año, sin embargo, las amenazas de él continuaron, pero ahora por teléfono. Pese a esto, Angie nunca lo denunció por miedo, según la hermana.
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El hecho
Steven acaba de ser deportado desde México. Al regresar, se contactó con Angie y le rogó que llegara al apartamento donde él estaba viviendo, prestado por un amigo, con la excusa de ver a la hija que ambos procrearon.
«Iba para donde una amiga, supuestamente (…) pero llegó allá bajo amenazas y engaños. No nos imaginamos que esto iba a pasar», dijo Marilú.
Vecinos del barrio Guamilito aseguraron escuchar gritos de auxilio y el llanto de una bebé. De inmediato, llamaron a la Policía.
El homicida pretendió darse a la fuga al tirarse por la ventana del apartamento, pero estaba acorralado y tuvo otra más alternativa que entregarse a la Policía.Al parecer, Steven quería quitarle la niña a Angie, pero la joven se negó, fue entonces cuando al sanguinario tomó un cuchillo y la degolló. También le infirió varias puñaladas en el tórax y le abrió el estómago. Todo esto ocurrió en presencia de la infante de dos años.