TEGUCIAGLPA.- La pequeña Valeria Casco cambió la sonrisa angelical que la caracterizaba por el dolor, después de caer dentro de una olla con agua hirviendo que le produjo quemaduras en su cuerpo en un 60 por ciento.
La infante de apenas dos años, permanece en el Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario (HEU), desde el pasado 28 de junio. Ella proviene de Palestina en Patuca en el departamento de Olancho, donde ocurrió el lamentable hecho.
Miguel Osorio, portavoz del HEU, indicó que «la menor fue remitida desde el Hospital Gabriela Alvarado de Danlí y permaneció 24 horas conectada a un ventilador mecánico en la emergencia de pediatría del Materno Infantil, a donde la estabilizaron».
Por su parte, el pediatra del HEU, Darío Zúniga, expresó que aunque la menor salió adelante y está consciente se está debatiendo entre la vida y la muerte porque las quemaduras son muy severas.
«Está comprometido el tórax anterior y posterior, glúteos, genitales y parte de las piernas; todas las capas de la piel hasta llegar al músculo», detalló.
Asimismo, Zúniga «llamó la atención de los padres de familia para que cuiden que sus hijos no entren a las cocinas, que no dejen las ollas con agua, maíz, sopa u otros líquidos en ebullición al alcance de los menores porque pueden costarles la vida o dejarlos marcados para siempre”.
Debido a la complejidad del caso la Fundación de Atención al Niño Quemado en alianza con la Fundación Ruth Paz gestionan el traslado de la pequeña en un avión ambulancia a un hospital para niños con quemaduras en Boston.
La apesarada madre, Solvi Moncada, relató que la lamentable tarde ella calentó agua en el fogón para posteriormente bañarse ya que padecía de una gripe persistente.
«Yo me siento culpable por eso, yo deje la olla ahí entre el fogón y el molendero, las niñas no estaban ahí cerca y yo me fui a traer una ropa del tendedero; apenas me tarde un minuto y medio hasta que una de mis hijas me aviso», exteriorizó.
Detalló que «la encontré sentada adentro de la olla. Cuando yo miré a la niña enseguida grité y le dije al tío que estaba ahí que se me quemó la niña, yo pensé lo peor y ahora está malita».
Cabe destacar que el 90 por ciento de los infantes menores de 5 años se queman con líquidos calientes, eventos que ocurren generalmente en la cocina.