El papa Francisco inició este jueves su histórico discurso en el Congreso de Estados Unidos, ante cientos de legisladores un día después reunirse con Barack Obama en la Casa Blanca y una multitudinaria acogida en las calles de Washington.
El jesuita argentino, primer líder de la Iglesia Católica en hablar en una sesión bicameral del Congreso, agradeció la invitación de los legisladores, señalando que «me gustaría pensar que lo han hecho porque también yo soy un hijo de este gran continente».
Agregó que la «crisis de refugiados» sin precedentes desde la II Guerra Mundial y el drama de los inmigrantes en el continente americano representan «grandes desafíos y decisiones difíciles», dijo este jueves el papa Francisco ante el Congreso estadounidense.
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Para el pontífice argentino, es necesario no dejarse «intimidar por los números», y adoptar una respuesta que sea «justa y fraterna», de forma de adoptar la norma de tratar «a los demás con la misma pasión y compasión con que queremos ser tratados».
Además reiteró en EEUU su oposición a la pena de muerte.