Durante miles de años, un gran número de lobos grises deambularon a lo largo de Noruega. Gracias a la caza y a la pérdida de hábitat, en la actualidad podría haber menos de 30 ejemplares que viven en el mundo silvestre noruego.
Protegidos desde 1973, la mayoría de estos ahora viven en una manada única altamente controlada en una «zona de lobos» en el extremo sudeste del país.
Polar Park es el parque natural más septentrional del mundo. Fue abierto en 1994 en el corazón de la Laponia noruega y es el hogar de siete lobos grises.
El lobo escandinavo, el cual tiene una estructura mucho más consistente que sus homólogos europeos más al sur, por lo general pesa alrededor de 40 kilogramos, siendo los machos más grandes que las hembras.
Ellos cazan de todo, desde alces y ciervos hasta ovejas y cabras. Aunque se ha demostrado que los lobos noruegos no se llevan más de 1.500 ovejas por año (de un total de pérdidas anuales de 100.000), muchos agricultores noruegos apoyan su erradicación total.
Falta de comprensión
A pesar del hecho de que nadie en Noruega ha muerto o ha sido herido por un lobo durante más de 200 años, los estudios han demostrado que muchos noruegos les siguen teniendo miedo.
Dado que el lobo de Noruega ha estado presente en cantidades muy pequeñas durante décadas, este temor se basa en gran medida en la falta de comprensión y experiencia con el animal.
Dado que más de 11.000 cazadores recientemente solicitaron licencias para dispararles a 16 lobos salvajes en una matanza aprobada por el gobierno, el futuro del lobo noruego ahora pende de un hilo.
Una iniciativa en curso en el extremo norte de Noruega, la cual tiene como objetivo separar los hechos lupinos de la ficción, podría ser esencial en su lucha por la supervivencia.