Redacción. Los hospitales deberían ser un refugio seguro para pacientes y familiares; sin embargo, ni siquiera estos centros asistenciales son inmunes a los delitos. Un caso reciente ha acaparado los titulares, pues se trató de un hurto de alto valor en un centro médico de Miami, en Estados Unidos.
Las autoridades de Miami-Dade comenzaron una investigación después de que una familia denunciara la desaparición de una joya de gran valor durante la hospitalización de una paciente de la tercera edad. El robo ocurrió en septiembre de 2024 y el arresto fue hace solo una semana; la investigación avanzó gracias a las imágenes de seguridad y al seguimiento interno del hospital.
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Las pruebas llevaron al arresto de Yudier Sánchez, un empleado de 46 años. La Fiscalía no solo lo acusó de hurto mayor, sino que también le imputó el agravante de explotación de un adulto mayor.
Un Rolex
El 29 de septiembre de 2024, una paciente de 75 años ingresó al Hospital Keralty. Siguiendo el protocolo, el personal retiró sus joyas y las guardó en un sobre. Entre las pertenencias había un reloj Rolex Presidential de oro, valorado en 45,000 dólares.
El 7 de octubre, al recibir el alta, la hija de la paciente descubrió que el reloj ya no estaba en el sobre. Para la familia, la pérdida no fue solo económica: el reloj era un regalo del difunto esposo de la mujer, con un inmenso valor sentimental.
Tras la denuncia, el hospital colaboró con la policía. Las cámaras de seguridad resultaron cruciales, mostrando a Sánchez entrar en la habitación de la paciente y manipular el sobre donde guardaban las pertenencias.
El caso avanza
Los detectives de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade arrestaron a Sánchez el viernes pasado. Durante la audiencia, el juez fijó su fianza en 10,000 dólares y mantuvo el cargo de explotación de ancianos, basándose en la evidencia del video. El Rolex todavía no ha aparecido.
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El Hospital Keralty confirmó que despidieron a Sánchez por violar los protocolos de la institución y que han abierto una investigación interna. Por su parte, el acusado se declaró inocente, mientras la familia de la paciente lamenta la pérdida material y sentimental.
