Brasil. Un periodista de nombre Romano dos Anjos que había sido secuestrado el pasado lunes, fue hallado la tarde de ayer martes con vida y relató con sus propias palabras su secuestro además de como fue torturado lo que le ocasiono fracturas en sus brazos y piernas por los golpes que le propinaron sus captores, informaron fuentes oficiales.
El periodista fue encontrado por un empleado de una de empresa eléctrica que hacia un trabajo en una región poco poblada de Bom Intento, en el área rural de Boa Vista, capital de Roraima.
Dos Anjos estaba consciente sin embargo había sido torturado por sus victimarios.
Fueron hasta su casa
El comunicador que se encontraba en su casa junto a su esposa que también se dedica al periodismo pues era el día libre de él.
Al caer la noche, en la residencia la pareja se disponía a hacer algo de comida cuando de repente unos hombres entraron violentamente a su casa.
Los supuestos asaltantes, que estaban encapuchados y fuertemente armados, exigieron que la pareja les entregara todo su dinero y los objetos de valor, y una vez cometido el robo se llevaron al periodista en su propio vehículo, según lo afirmaron las autoridades responsables del caso.
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Golpes y más golpes
Poco después de haber sido secuestrado los delincuentes tomaron rumbo desconocido, unas horas después abandonarían el carro no, sin antes prenderle fuego en una carretera federal en las afueras de Boa Vista.
El periodista brasileño una vez ya recuperado narró visiblemente las angustiadas horas que vivió.
En sus palabras, dijo que los secuestradores lo amarraron en una silla para después propinarla una golpiza.
Como si eso ya no fuera suficiente, uno de los criminales tomó un garrote y le dio varios golpes en sus extremidades.
Luego de agonizar de dolor por más de 12 horas, los bandidos lo dejaron tirado en un solar baldío.
Contra la libertad de expresión
Según una hipótesis de la Policía tal vez el que el programa para el cual trabaja el brasileño en las últimas semanas había estado denunciado la participación de políticos locales en casos de desvíos de recursos en programas del gobierno para combatir el coronavirus podría ser uno de los motivos del secuestro.
En el informe sobre la situación en Brasil que presentó la semana pasada en su 76 Asamblea General, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) afirmó que, además de ataques de las propias autoridades a los periodistas y medios, la libertad de prensa en el país sigue amenazada por “la continuidad de la violencia física” contra los comunicadores.
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