HONDURAS. Los dos niños que fueron envenenados por su propia madre en La Esperanza, Intibucá, ya fueron sepultados.
Según la información proporcionada por médicos de Medicina Forense del Ministerio Público (MP), supuestamente su progenitora les dio pastillas para curar frijoles. Varios restos fueron hallados en sus estómagos.
Se trata de Esteven Ventura Muñoz, de 8 años, y Edil Muñoz Domínguez, de 10 años de edad. En un intento desesperado por salvarlos, fueron trasladados al Hospital de Área de Intibucá. Uno murió en el trayecto, otro en la sala de emergencia.
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Capturan a la madre
El hecho ocurrió en la aldea Los Alpes Abajo, del municipio Jesús de Otoro, Intibucá. Al reportarse esta situación las autoridades procedieron a la detención de la madre, identificada como Thelma Domínguez Morales.
En el informe presentado por el MP se reveló que, luego de declaraciones, la mujer estaría teniendo problemas con el padre de los niños. Otra de las hipótesis dejó saber que su pareja la había abandonado, y supuestamente, por desesperación, la fémina optó por quitarle la vida a los menores de tal forma.
Ella lo amenazó diciéndole que no los volvería a ver. Mientras tanto, la Fiscalía ordenó un allanamiento a la vivienda de la mujer en busca de mayores indicios, que la mantienen como sospechosa del delito de parricidio, en perjuicio de sus dos hijos menores de edad.
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