TEGUCIGALPA, HONDURAS. El fundador de algunos de los principales refugios para migrantes en México, el sacerdote Pedro Pantoja, falleció en Saltillo, capital del norteño estado de Coahuila, tras una semana de estar internado por la COVID-19.
Fue la Diócesis de Saltillo la que informó este sábado de la muerte de Pantoja. Cabe destacar que él era conocido como el «Pastor de Migrantes».
El deceso ocurrió por un paro cardiaco, y con ello, deja un vacío en muchas personas, incluidos entre ellos, algunos migrantes a los que ayudó.
«Lamentamos la pérdida de un hombre que entregó su ministerio a la defensa de los derechos humanos de migrantes y refugiados. Sigamos en oración por su alma y por la pronta resignación de sus familiares, amigas, amigos y el personal de la Casa del Migrante (de Saltillo)», indicó la institución.
Raúl Vera, obispo emérito de Saltillo, contó a Efe que el sacerdote Pantoja comenzó desde 2002 a edificar un refugio para albergar a ciudadanos de Centroamérica que huían de la pobreza y la violencia, para buscar asilo en los Estados Unidos.
«La primera Casa de Migrante se abrió en una escuela prestada por el Gobierno estatal a principios del 2002 en la Ciudad Acuña», ubicada en la frontera de Coahuila con Texas, dijo Vera. Es preciso mencionar que es conocido por su defensa de migrantes y otras minorías.
Lea también: BM presta 150 millones de dólares a Honduras para recuperación de Iota y Eta
Edificar
Hay que destacar que Pantoja se dedicó a edificar la Casa Belén en Saltillo, el albergue más grande del norte de México. Por dicho albergue han pasado miles de migrantes, en su mayoría de Honduras. También, ayudó a personas de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, desde finales de 2002 a la fecha.
En estas instalaciones los inmigrantes reciben comida, alojamiento, ropa, y cuidados médico. También, brindan la posibilidad de hacer llamadas telefónicas a sus familiares en Centroamérica o Estados Unidos.
Los refugios también han protegido a los migrantes centroamericanos de las amenazas de los grupos del crimen organizado, que se especializaron en secuestrarlos, para exigir rescate a sus familiares en Estados Unidos.
Por su labor en defensa de los derechos humanos de los migrantes en 2011, el sacerdote Pantoja recibió el Premio Internacional Rafto de Derechos Humanos, que otorga la Fundación Rafto, de Bélgica.
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: https://bit.ly/tiempodigitalhn.