CORTÉS, HONDURAS. El Gerente del hospital del Seguro Social de San Pedro Sula, médico Omar Jananía, dio a conocer cuál es el protocolo a seguir inmediatamente después de que una persona con Covid-19 fallece.
Cabe señalar que en Honduras ya murieron 14 personas a causa del coronavirus, en su mayoría, procedentes de la zona norte del país y en los hospitales Leonardo Martínez, Mario Catarino Rivas y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
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En ese sentido, Jananía dijo que, en primer lugar, se debe conocer que las muertes suceden en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y es allí en donde comienza todo el proceso.
«Generalmente el fallecimiento ocurre en la Unidad de Cuidados Intensivos, pues en ese lugar está la gente que tiene mayor riesgo, son los pacientes están entubados y hay que aspirar secreciones», dijo el galeno. A su vez, indicó que el personal que encargado de esa área consta de todos los insumos de bioseguridad para no contagiarse.
Fase 1: cuerpo dentro de bolsas
Una vez confirmado que la persona murió, los médicos inmediatamente la envuelven con una sábana e introducen adentro de tres bolsas plásticas fumigadas con químicos, como lo indica el protocolo.
«No se le quita catete ni absolutamente nada de líneas, sino que se envuelve en una sábana y luego se traslada a una bolsa especial. Esa bolsa especial es rociada con cloro (sobre), se coloca en otra bolsa y vuelve a ser rociada, se introduce en la última bolsa y se cierra herméticamente», reveló el médico.
Fase 2: traslado hacia la morgue
De esta forma terminaría la primera fase del protocolo. Lo siguiente es trasladar el cadáver hacia el área de la morgue del hospital, y esta tarea también tiene unas directrices a seguir.
«Nosotros bloqueamos los corredores del hospital para que no pasen personas que no tengan la protección adecuada. Cuando se saca el cuerpo, hay un encargado de fumigar todo el recorrido hasta llegar a la morgue», dijo el galeno.
Fase 3: entrega a funeraria
Cuando el cuerpo ya está en la morgue, entonces «ya viene la persona contratada por la funeraria con su vestimenta» de seguridad, con la certificación de FUSINA y de la Región Metropolitana de Salud, para que se le haga entrega del cuerpo.
Luego de esto último, el fallecido ya puede ser sepultado o incinerado, pero siempre con las medidas que el protocolo establece para ambos casos.
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