SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Una familia perdió todo por Eta e Iota, sin embargo, con mucho esfuerzo lograron celebrar el cumpleaños de una de sus integrantes. Una pequeña piñata y un pastel, fueron detalles de la añorada fiesta que tuvieron en la calle del bulevar del Sur de la capital industrial.
La historia se conoció a través de una fotografía compartida en redes sociales, que en el transcurso de las horas se viralizó. En ella, se muestra a la familia sentada, mientras dos niñas están viendo una piñata que cuelga de un árbol, a unos pasos de la carpa que funciona como su hogar.
La niña hondureña a quien le celebraron su cumpleaños es Elizabeth Mejía, que cumplió ayer, domingo, sus cinco años de edad. Su madre, Fanny Mejía, relató para un canal de televisión que atraviesan por una situación muy difícil.
Lea también- ¡Desolador! Damnificados velan a familiar bajo el puente a desnivel de Chamelecón
No obstante, pudo celebrar el cumpleaños de su hija, gracias al aporte de un ciudadano que llegó y les dio el dinero. No preguntaron su nombre, pero agradecieron la acción, puesto que la infante le pedía a su madre una fiesta con piñatas, globos y pastel.
La mujer indicó que no es su única hija, pero es su princesa. Además, expresó que le da a la pequeña de lo poco que tiene. «Si yo consigo un poquito de dinero no lo gasto en mí, sino en mi muchachita», agregó.
Mientras su madre explicaba la situación, la niña golpeaba la piñata que quedó en el mismo árbol, sin dulces, pero su familia se la dejó para que pudiera divertirse.
Vivían en un autobús
Por otra parte, la abuela de Elizabeth aseguró que cuando sufrieron los daños por las inundaciones, les prestaron un autobús para alojarse, pero al volver a trabajar, entre varios amigos le reunieron dinero para comprar la carpa.
«Gracias le doy a Dios porque tengo vida, y la vida de mis hijos que es más importante que lo material», externó.
Asimismo, la mujer manifestó que poco a poco están limpiando y reparando su vivienda, en vista que es vendedora ambulante de elotes, tamalitos y montucas, que reparte en las calles sampedranas. «Los fines de semana vendo comida en otro local», adjuntó.
La abuela de la pequeña también señaló que su hija es madre soltera, puesto que, el hombre con que estaba la abandonó por otra mujer. «Pasa todos los días por el bulevar y ni se acuerda que tiene dos hijas botadas», mencionó.
La familia concluyó detallando que la única ayuda que han recibido es de parte del mismo pueblo. Igualmente, agradecieron a todas las personas, en especial, por ayudarles con el cumpleaños de la niña, que pese a ser una celebración atípica lograron compartir juntos.
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/2LotFF0
