TEGUCIGALPA, Honduras. – Alrededor de tres años han pasado desde que salió a la luz el despilfarro en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), por parte del ex director de ese centro asistencial, Mario Zelaya.
El sonado caso le dio vuelta al mundo, ya que se trataba del mayor acto corrupto en Honduras.
Como muchos conocemos, Natalia Ciuffardi, fue la amante de Zelaya, durante más de dos tres años.
En ese sentido, Diario Tiempo Digital, trató en varias ocasiones de ponerse en contacto con la chilena. Nunca contestó los mensajes enviados por el equipo de redacción del portal digital hondureño.
Sin embargo, contactamos con una prima de Ciuffardi, la señora Andrea Márquez. Ella, solo se limitó a decir que la ex amante de Mario Zelaya, era otra persona ahora.
Además, que estaba enfocada en criar de la mejor manera a su hijo, -el cual tuvo con el ex director del IHSS-.
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¿Qué hace Natalia hoy por hoy?
La guapa mujer de acuerdo a las imágenes que sube a sus redes sociales continúa rodeada de su mismo grupo de amigas. De igual manera, sigue viviendo en la ciudad de Santiago, capital de Chile.
También, sube muchas fotografías en compañía de su pequeño hijo “Giuliano”, quien hoy por hoy tiene alrededor de los seis años de edad.
Cabe mencionar que la última publicación de Ciuffardi fue el pasado 15 de septiembre. La mujer posó con un traje típico chileno, esto, en conmemoración del día de la independencia de Chile.
“Estaba en el evento de una empresa, fui la anfitriona”, respondió Natalia ante las preguntas de sus amigos.
Después de trabajar en club nocturno como dama de compañía, en la actualidad Ciuffardi pasa en compañía de sus padres. Se conició que estuvo trabajando en una empresa de radiotaxis, pero no siguió laborando a solicitud de su padre.
Estuvo siete meses en prisión y recibió una condena en junio del 2015 de cinco años. Actualmente está en libertad bajo vigilancia.
La mayoría de sus bienes entre ellos dos departamentos en el exclusivo sector de La Florida en Santiago de Chile; una casa en la playa y tres propiedades en Honduras, fueron incautados.
Natalia Ciuffardi y Mario Zelaya
Natalia Ciuffardi trabajaba en el club nocturno Platinium cuando conoció a Mario Zelaya. Ella tenía 25 años y el 43.
“Al principio fue sólo un cliente, luego se gustaron y él la ayudaba”, recordó una amiga que conoció la relación desde un comienzo.
La noche en que se conocieron, a mediados de 2011, Zelaya se habría gastado más de seis millones de pesos chilenos entre tragos y servicios varios.
Se presentó como un doctor hondureño que estaba de visita en Chile, para hacer negocios y operarse la rodilla. No andaba sólo, venía acompañado de su padre, Mario Zelaya Palencia, y de otras cuatro personas más.
“Él la invitó como un cliente invita a una chica, y pagó por sus servicios, nada más”, agregó la misma amiga.
Natalia viajó a Honduras un mes y medio después que conoció a Zelaya. Se involucraron en una relación compleja.
En Tegucigalpa, él estaba casado con Susana Tirado, una nicaragüense-española con quien tiene tres hijos. Natalia se transformó en la amante.
¿Mantiene comunicación con Mario Zelaya?
A través de una entrevista concedida a medios de comunicación chilenos, Natalia contó que por medio de una hermana de él -Mario Zelaya- mantienen alguna comunicación vía teléfono.
“Él se empezó a comunicar conmigo a través de su hermana. De hecho cuando salí en libertad, esa misma noche, ella me llamó para decirme que estaba contenta”, dijo Ciuffardi.
Al mismo tiempo que agregó “después, como al mes, él comenzó a enviarme recados. Me hacía cartas y su hermana me las leía por teléfono. Le mando fotos de nuestro hijo a su hermana por WhatsApp, pero no sé si él las ve; porque ella no puede entrar con celular», puntualizó la chilena.
Finalmente, en una entrevista concedida tiempo atrás, habló sobre si aún estaba enamorada del ex director del IHSS.
“Sí, sigo enamorada de él, lo estoy esperando para que formemos nuestra familia. Nos estamos esperando”, expresó en ese momento la guapa mujer.
Seguidamente, sostuvo que «yo sé que él va a salir, pero no sabemos si nuestro futuro es aquí o en otro país. Es el hombre que siempre deseé tener, es atento, cariñoso, le encanta mimarme; es profesional, tiene todo lo que yo quiero. Me muero de ganas de verlo», concluyó Ciuffardi.
Ciuffardi narró que estando en prisión tuvo mucha angustia pero que le pidió a Dios que se la quitara y hoy se siente diferente.
