Por Jeff Ernst de UNIVISION. -NUEVA YORK.- En una sorprendente declaración de apertura en el juicio por narcotráfico en Nueva York del ex congresista hondureño, Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, uno de los fiscales federales alegó este miércoles que el narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán le entregó personalmente al político un millón de dólares para su hermano, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.
El fiscal Jason Richman dijo que el presidente Hernández recibió «millones» de dólares de varios narcotraficantes para financiar sus campañas políticas, entre ellos el narco mexicano. Hernández fue elegido presidente en 2013 y luego fue reelegido polémicamente en 2017.
«Lo más importante es que el acusado (‘Tony’ Hernández) estaba protegido y tenía acceso a su hermano, el presidente en ejercicio de Honduras», dijo Richman.
«Con el ascenso de sus hermanos, el acusado había obtenido influencia y control en todas las ramas del gobierno», agregó Richman. «La red de cocaína de los acusados prosperó debido a sus conexiones políticas en Honduras», añadió.
Richman sostuvo que ‘Tony’ Hernández era «un violento traficante de cocaína de proporciones épicas» que traficaba toneladas de cocaína con la ayuda de una red de policías, militares y políticos contra la corrupción en las montañas del noroeste de Honduras, cerca de la frontera con Guatemala.
«Un círculo vicioso de ventas de cocaína apoya a los políticos para que esos mismos políticos puedan apoyar a los traficantes», dijo el fiscal.
El acusado se declaró inocente de los cargos. El presidente Hernández, quien es un coconspirador no acusado en el caso, también ha negado rotundamente cualquier relación con el dinero ilícito procedente de las drogas.
El presidente se burló de los alegatos del fiscal el miércoles en la tarde diciendo que era » 100% falsa, absurda y ridícula … Esto es Alicia en el país de las Maravillas.
«El «error» de Tony Hernández
En su declaración de apertura, el abogado defensor Omar Malone dijo que el único «error» de su cliente fue entrar en la política. No hace mucho, ‘Tony’ Hernández recibió consejos de su hermano después de que expresó su interés en meterse en la política. El presidente Hernández le aconsejó que no lo hiciera «‘porque la política en Honduras es brutal, despiadada y a veces mortal'», según contó Malone.
Juan Orlando Hernández continuo explicando que debido a sus políticas de línea dura para combatir el crimen organizado, la familia se vería sometida a una enorme presión. «Vas a ser el blanco», le advirtió a su hermano.
Malone comentó al jurado » la disidencia política en Honduras es diferente a todo lo que hayas visto. Estamos en entrenamiento básico y ellos están en Desert Storm», dijo, haciendo referencia a la Guerra del Golfo de 1990.
El tan esperado juicio de ‘Tony’ Hernández comenzó este miércoles en una corte de Nueva York donde se decidirá no solo el destino del acusado de narcotráfico, sino quizás también el de la nación centroamericana.
«Tony» Hernández está acusado de sobornar a altos funcionarios hondureños para traficar con tranquilidad varias toneladas de cocaína a los grandes mercados.
Su propia droga
El politico comenzó en 2004 al proporcionar información confidencial a narcos como la actividad policial, según el fiscal Richman. Para 2006 había hecho sus propias conexiones con narcos y había obtenido acceso a un laboratorio en Colombia, y a partir de entonces comenzó a «producir» su propio producto, añadió.
En su defensa, el presidente Hernández ha señalado sus logros en la lucha antinarcóticos desde que asumió la presidencia en 2014, entre ellos la reducción de la tasa de homicidios de Honduras y la purga de 5,600 policías corruptos.
Bombas que pintan un narcoestado
«Por mi lucha contra el crimen organizado soy sujeto de atentados y ahora una campaña sucia de desprestigio liderada por narcotraficantes, mareros (pandilleros), policías corruptos, asesinos confesos, empresarios coludidos que financian a estos criminales y hasta políticos», dijo en un discurso ante Naciones Unidas la semana pasada.
El presidente Donald Trump le estrechó la mano a Hernández en la ONU y lo elogió por hacer un trabajo «fantástico» después de firmar un acuerdo de asilo diseñado para ayudar a Estados Unidos a reducir el flujo de inmigrantes.
Las revelaciones en el caso de Tony Hernández son las últimas de una serie de bombas que pintan una imagen cada vez más impactante de Honduras como un narcoestado, lo que complica aún más las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, que ha llamado al presidente Hernández un aliado en la guerra contra las drogas.
También parece proporcionar evidencia de la propia complicidad del gobierno hondureño en el aumento de la violencia que convirtió a ese país en uno de los países más peligrosos del mundo y obligó a cientos de miles de migrantes huir hacia el norte.
En agosto, los fiscales de Nueva York publicaron un documento que resumió algunas de las pruebas clave recopiladas por los fiscales contra Tony Hernández, a quien acusan de ser responsable de transportar varias toneladas de cocaína y que presuntamente abusó de sus conexiones políticas para obtener beneficios personales y políticos y al menos dos veces «ayudó a organizar asesinatos de rivales del narcotráfico».
El documento de 44 páginas implicó al presidente Juan Orlando Hernández en la conspiración con su hermano y otros funcionarios de alto nivel, incluido el expresidente Porfirio ‘Pepe’ Lobo, «para aprovechar el tráfico de drogas para mantener y mejorar su poder político».
Sobornos
Según la evidencia presentada en agosto por el fiscal federal Geoffrey S. Berman, en 2004 Tony Hernández comenzó a forjar relaciones con narcotraficantes utilizando la influencia de su familia en una región fronteriza con Guatemala, para proporcionarles, a cambio de sobornos, «información sobre las actividades y operaciones de autoridades policiales que los traficantes podrían transportar cocaína a través de Honduras sin incidentes”.
En los años siguientes, Hernández estableció conexiones con más narcotraficantes. Incluidos miembros del cartel hondureño del Valle y colombianos no identificados que tenían acceso a laboratorios de cocaína.
En 2009, un año electoral, los fiscales alegan que Hernández ayudó a proporcionar $2 millones en financiamiento para las campañas del Partido Nacional. Después de las elecciones, también presuntamente ayudó a Juan Orlando Hernández a obtener los votos que necesitaba en el Congreso para convertirse en el presidente del organismo, de acuerdo con el documento de los fiscales.
En los próximos años, Tony Hernández supuestamente trabajo junto a narcotraficantes para transporter varios cientos de libras de cocaína cada mes. La cocaína estampada con «TH» supuestamente representaba sus iniciales.
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Cuando algo, o alguien, se interpuso en su camino, el documento de la corte dice que tomaron cualquier medida necesaria para protegerse y proteger sus operaciones. Según los fiscales, esto incluyó planear el asesinato de un rival con la ayuda de un funcionario de alto rango de la policía nacional y un empleado, quien luego de ser arrestado aparentemente representaba un riesgo porque «sabía demasiado sobre sus operaciones de narcotráfico».
En 2012, Tony Hernández lanzó su propia campaña para un cargo político, postulándose y finalmente ganando un escaño en el Congreso como diputado suplente. A medida que la campaña se aceleró, el presidente Hernández, que se postulaba para su primer mandato, supuestamente le pidió a un narcotraficante que apoyara su última campaña «sobornando a los políticos locales para que reunieran apoyo para sus votantes». El narcotraficante supuestamente acordó pagar los sobornos a cambio de protección política y otros favores.
El narcotraficante «posteriormente gastó aproximadamente 1.5 millones de dólares en ganancias de drogas». Eso para apoyar la campaña presidencial de Juan Orlando Hernández, según el documento de la corte.
David Adams contribuyó a este informe desde Miami.