TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un reciente informe de la Universidad Nacional de Honduras (UNAH) evidenció la importancia de las remesas familiares en la estabilidad macroecónomica del país, así como su potencial para contribuir a la recuperación económica ante la crisis sanitaria generada por la COVID-19 y los estragos que ocasionaron los fenómenos naturales Eta e Iota.
En su estudio, la UNAH reveló que las remesas familiares mostraron un crecimiento promedio sostenido en el periodo 2001 a 2020, a excepción del año 2009, año en que se produjo el golpe de Estado en Honduras-.
En 2020, la situación económica mundial sufrió una caída producto de la pandemia de la COVID-19, impacto que se reflejó en la mayoría de los sectores económicos nacionales. Una situación que también se vio agravada por Eta e Iota.
Sin embargo, algunas variables macroeconómicas, como las Reservas Internacionales Netas (RIN) y el Tipo de Cambio se vieron fortalecidas. En el caso de la primera, se incrementó significativamente, logrando alcanzar niveles superiores a los proyectados, mientras que la segunda, apreciándose en un 2.3% en el periodo de marzo a diciembre de 2020, lo que ha mejorado el poder adquisitivo del lempira frente al de dólar.
Todo esto producto en gran medida por nuevos financiamientos externos, la caída de las importaciones y el debilitamiento internacional del dólar. No obstante, «hay que destacar que, además de las variables anteriormente mencionadas, este comportamiento también se ve influenciado por el aumento de las remesas familiares como resultado del esfuerzo de los hondureños que residen fuera del país», cita la UNAH.
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Remesas contribuyen al desarrollo económico
Esa situación permitió alcanzar niveles adecuados para el financiamiento de las importaciones y con el consecuente fortalecimiento de la Balanza de Pagos.
Además, contribuyó a la estabilidad macroeconómica de las variables mencionadas. También mantuvo la capacidad de consumo de los receptores, y logró un efecto estabilizador en el mercado de bienes y servicios ante la caída de los ingresos como consecuencia del desempleo generado por la crisis económica. Lo anterior es muestra del potencial que tienen las remesas para contribuir de manera directa al desarrollo económico y social del país.
Propuesta de la UNAH para mejorar remesas
La UNAH brindó 10 recomendaciones para definir políticas públicas orientadas a su mejor utilización y aprovechamiento no solo para el bienestar de los
receptores sino de los diferentes sectores productivos.
- Fomentar la cultura del ahorro entre los receptores de remesas
- Diseñar e implementar un programa de incentivos orientados a la innovación tecnológica y de emprendimiento.
- Promocionar la creación de empresas de economía social en sus diferentes modalidades (Cooperativas, Asociaciones de Productores, Cajas de Ahorro y Crédito y Bancos Comunales, entre otras).
- Fortalecer y reorientar el funcionamiento del mercado de valores hondureño
- Generar proyectos de financiación y construcción de vivienda.
- Organizar proyectos de producción agropecuaria en las zonas del país donde se cuenta con acceso a riego.
- Realizar una revisión de la tenencia de la tierra para motivar el uso y la incorporación de predios ociosos al sistema productivo del país.
- Fomentar el desarrollo turístico sostenible amigable con el medio ambiente en comunidades donde se cuenta con núcleos de familias de migrantes.
- Generar condiciones a través de incentivos fiscales para que los migrantes que decidan retornar al país puedan invertir sus ahorros.
- Diseñar e implementar un programa de capacitación orientado tanto a los receptores de remesas como a los migrantes retornados.
Experto: Se debe asegurar el flujo de efectivo a las familias
TIEMPO DIGITAL buscó el punto de vista de vista del economista Melchor Gutiérrez, quien manifestó que varias de las propuestas que hace la UNAH, ya se están ejecutando.
«Hay una serie de programas y proyectos que ya se están ejecutando y desarrollan esos puntos que se mencionan en ese informe. Deben considerar, en primer lugar, el uso de las remesas y qué es lo que se podría generar. Hay que considerar que más del 80 % de la población que recibe remesas está en la categoría de pobre y extrema pobreza. Eso significa que las familias primero buscan asegurar su alimentación. Cuando revisamos los datos del uso de remesas vemos que entre el 70 a 80 % se destina a cubrir las actividades de consumo«, expuso el especialista.
Además, señaló que, la alimentación, salud y educación son los tres principales rubros en donde las familias invierten las remesas.
«El promedio que recibe cada una de las familias ronda entre los 100 a 116 dólares. Con esa cifra, no les queda mucho para que puedan ahorrar debido a la situación económica en Honduras. Es así que estudios indican que al menos un 6 % de esa cifra es lo que destinan para el ahorro», expuso el entrevistado.
Ayuda a familias del área rural
Dentro de ese orden de ideas, Gutiérrez enfatizó que la estrategia del Gobierno debería enfocarse en cómo ayudar a las familias de las zonas rurales del país, porque son las que mayor remesas reciben. Por ejemplo, invertir para reducir la inseguridad alimentaria que viven esos ciudadanos.
«Hay una serie de limitantes estructurales que no nos permiten mejorar la situación de las familias a pesar de que a nivel macro lo que nos mantiene a flote son las remesas, por eso vemos el impacto en las reservas internacionales que han mejorado en los últimos años, pero eso no quiere decir que la situación de las familias que reciben esas remesas ha mejorado. Una cosa es que tengamos mejoría en datos macroeconómicos y el otro son los de nivel microeconómico que llevamos a cada una de esas unidades familiares o productivas. Debe haber una coherencia en las propuestas, porque a veces se piensa a nivel macro y se olvida que el accionar debe ser a nivel micro», concluyó el entendido en el tema.
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