TEGUCIGALPA, HONDURAS. La madrugada de este martes 8 de noviembre, Honduras fue testigo de un eclipse total lunar, fenómeno al que también se le conoce comúnmente como «Luna de sangre». Este resultó ser el segundo de este 2022 y el último de su tipo hasta el 2025. Pero ¿cómo lo vivieron los hondureños?
Un “eclipse” es la ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro (RAE). En este caso, la Tierra en su órbita alrededor del Sol y la Luna es lo que se pudo avistar la madrugada de mañana martes.
El evento tuvo una duración total de 3 horas y 53 minutos, pero la totalidad de la “Luna de sangre” fue de 1 hora y 24 minutos. La misma se vio totalmente en Asia, Oceanía, Pacífico y América. Por lo tanto, se pudo apreciar en los cielos del país.
Una distancia de 390,204 km separaron la Luna de la Tierra. Durante el momento del eclipse, el Sol y la Luna están en lados opuestos de la Tierra.
Los expertos explicaron que el eclipse se pudo ver a simple vista sin ningún instrumento especializado, pero resultó importante ubicarse en un lugar libre de edificios, montañas, árboles o cualquier otro obstáculo que dificultara observar el horizonte.
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Oscurecimiento gradual
La Luna comenzó a oscurecerse gradualmente cuando ingresó a la penumbra y luego adquirió el color rojizo. Su punto más alto fue en el transcurso de la madrugada.
El fenómeno inició a partir de las 2:00 de la madrugada, pero el eclipse total se apreció desde las 4:00 a.m. de hoy.
Lunas nuevas producen eclipses de sol y lunas llenas eclipses de luna. Los eclipses totales de luna ocurren durante la fase de Luna llena.
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Los profesionales de la astrofísica aseguran que el fenómeno natural no representó ningún riesgo para la salud, por lo que no hubo problema de verlo directamente.
Los eclipses parciales de Luna ocurren más frecuentemente que los eclipses totales, pero el de este año tuvo una larga duración, en comparación a otros. La Luna roja estuvo en su máximo esplendor a las 5:41 de la mañana.
Para volver a apreciar un fenómeno similar a este se deberán esperar al menos tres años más.
Luna de sangre
La sombra de la Tierra se proyecta en dos secciones, umbra y penumbra. La diferencia es que en la umbra no existe radiación directa del Sol, mientras en la penumbra se filtran rayos solares, haciendo que esta zona no sea de total oscuridad.
Cuando la Luna ingresa por completo en la umbra, adquiere una coloración rojiza, lo que valida su apodo como Luna de sangre. El cambio de tonalidad de la superficie lunar se debe a la refracción que provoca la atmósfera terrestre a la luz de color rojo proveniente del Sol, mientras el resto de longitudes de onda son absorbidas o dispersadas.
