TEGUCIGALPA, HONDURAS. El obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Ángel Garachana, calificó de triste, doloroso e indignante la muerte de 51 migrantes (entre las víctimas se contabilizan hasta el momento 14 hondureños), en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
«Es tan triste, tan doloroso, tan indignante que 51 personas mueren asfixiadas en un tráiler, estamos tan acostumbrados, bueno, 51 muertos más, no nos afecta, no conmociona a la sociedad, no conmociona a los gobiernos, tendría que ser una conmoción de Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos, pero los pobres los migrantes ya no cuentan», lamentó el líder religioso.
Ante esa situación, el arzobispo pidió al Gobierno que afronte decididamente el problema de la migración dentro de Honduras.
En ese sentido, sugirió la creación de las condiciones para que ningún hondureño tenga que salir del país.
«Parece que lo que más exportamos son migrantes, pero luego, claro, ellos se envían las remesas y es una buena entrada para el Gobierno», señaló.
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Intolerancia a la opinión de los demás
Sobre el tema de la libertad de expresión, el representante de la Iglesia católica cuestionó que hay una intolerancia general en la opinión de los demás, porque al que piensa de distinta manera, lo consideran como enemigo.
«En Honduras se necesita realmente una gran capacidad de diálogo. El otro no es mi enemigo, el otro pensará distinto, pero aporta sus ideas. En el diálogo se busca aquello que nos une, que es mejor para la población. Dentro de este diálogo tienen un puesto importante también los medios de comunicación, pero seamos sinceros, los medios de comunicación también tienen el peligro de venderse a aquel que los sostiene y les da dinero», criticó.
Dentro de ese orden de ideas, Garachana enfatizó que es importante que los periodistas tengan libertad, una propuesta de la verdad y mantenerse una gran honestidad.
«Si hay corrupción también dentro del periodismo, dentro de algunos periodistas, ante la lucha contra la corrupción, también les afecta a ellos», señaló.
Seguidamente, apuntó que se debe defender la libertad de expresión, pero tener cuidado, porque no se hace legítima cuando se dice la verdad.
«Cuando estoy falseando la noticia, cuando estoy lanzando en un acontecimiento una perspectiva que interesa a aquel medio al que yo sirvo, no es la verdad. La libertad de expresión es para proponer la verdad y para hacerlo de una manera ética», finalizó.
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