General Motors (GM), el Grupo Ford y Fiat Chrysler (FCA) solicitaron a sus trabajadores que no acudan a sus centros de trabajo si pueden realizar sus funciones desde sus hogares ante la agudización de la epidemia de coronavirus.
El viernes, la presidenta y consejera delegada de GM, Mary Barra, solicitó en una carta a sus empleados que a partir del lunes trabajen de forma remota desde sus hogares «para rebajar la probabilidad de la propagación del coronavirus a colegas, familias y comunidades».
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«También ayuda a conservar recursos críticos como equipos de limpieza, personal médico y suministros», explicó Barra.
El Grupo Ford también le indicó a sus empleados que «a partir del lunes, estamos dando instrucciones a gran parte de nuestra fuerza de trabajo mundial, excepto aquellos en papeles críticos para la empresa que no se pueden realizar desde fuera, que trabajen de forma remota hasta nuevas órdenes».
Ford explicó que la medida «ayudará a reducir el riesgo de la propagación del coronavirus a la vez que maximizamos la salud de nuestra empresa».
Efectos muy limitados en la Ford
El Grupo Ford, que emplea a unas 190.000 personas en todo el mundo, dijo que «el efecto del coronavirus sobre los empleados de Ford es muy limitado».
Fiat Chrysler igualmente ha indicado a sus empleados que pueden realizar sus funciones desde sus hogares que trabajen de forma remota.
Además, FCA ha limitado los viajes de sus empleados y las visitas de personas ajenas a la empresa.
«A menos que sea crítico para la compañía, estamos solicitando a todos los empleados que suspendan viajes de negocios. Tambien que no reciban personas externas a la empresa», dijo el consejero delegado de FCA, Mike Manley, en una carta a sus empleados.
Prevención en la General
Aunque la producción de General y Ford en Norteamérica no está afectada por el coronavirus, la planta de montaje de FCA en la localidad canadiense de Windsor, que produce monovolúmenes, suspendió el trabajo durante 24 horas por la negativa de sus empleados a trabajar como medida de precaución.
El sindicato Unifor ordenó a sus afiliados que cesasen la producción en Windsor en la noche del jueves. Lo ordenó después que uno de los empleados se colocara en cuarentena por el contacto con una persona examinada por COVID-19.
La planta reanudó la producción en la tarde del viernes después de que las autoridades laborales comprobarán la seguridad de la planta.