TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los últimos ataques contra el servicio de buses y taxis podrían venir de sectores ilegales que pretenden que el desorden continúe en el rubro, según lo dejó entrever ayer el dirigente del transporte público, Gerardo Aguilar.
A través de medios locales, el transportista manifestó que la situación de violencia que viven es un efecto a las medidas que actualmente toman.
“Puedo comparar la situación actual como cuando se levanta una piedra o destapa una fosa séptica, van a salir todas las alimañas que se encuentran en ellas. Ahorita el sector transporte se somete a un proceso de depuración. Se verifica quienes prestan el servicio. También se inició una convocatoria para iniciar el proceso de certificación y hay renuencia a presentarse”, expuso Aguilar.
En ese contexto, el entrevistado dijo que con las acciones de los cuerpos de seguridad se está controlando el transporte ilegal.
“No podemos descartar que esto sea una reacción ante esta situación. Entonces, realmente no sabemos dónde tenemos el enemigo. No sabes si está coludido con el sector, porque algunos trabajan abiertamente con el transporte ilegal y estas situaciones es lo que nos tiene altamente preocupados”, declaró Aguilar.
Cabe señalar que ayer viernes¿, el sector transporte realizó una toma de vía pública en la colonia Los Laureles. La manifestación la llevaron a cabo por los últimos controles implementados al transporte ilegal.
Lea también: Asesinan a empresario del transporte y a su acompañante en Cedros
Aguilar: “Si no se aplican los controles el caos seguirá”
Por otro lado, Aguilar denunció que en el corredor de la UNAH, los buses que prestan el servicio ilegal andan vidrios polarizados.
“Estas situaciones no pueden seguir, sino se aplican los controles el caos seguirá reinando. Tampoco podemos descartar lo que vive el sector taxi, donde hay fuertes indicios que se pretende legalizar el servicio VIP que también es ilegal”, añadió.
Es preciso mencionar que a diario se registran muertes violentas de motoristas, ayudante y pasajeros del servicio de transporte público. Tanto conductores de buses como en taxis son atacados por grupos criminales.
