HONDURAS. Gorras, sombreros y hasta sombrillas salieron volando luego de que un helicóptero sobrevolara bajo y estropeara las tradicionales alfombras de aserrín en Comayagua, por el fuerte aire que produce las aspas de la aeronave.
El percance se registró mientras los feligreses terminaban de colocar los últimos detalles de esas manualidades que conmemoran el Viernes Santo.
De acuerdo con lo que se informó, los pobladores católicos de Comayagua estaban posando para capturar una foto junto a los coloridos tapetes, que conllevan mucho tiempo de trabajo y esfuerzo.
Sin embargo, de un momento a otro, el sonido de unas aspas avisaron que un helicóptero se acercaba, pero nadie se imaginó que el piloto estaba sobrevolando muy bajo.
En ese sentido, el fuerte viento que producen las hélices provocó que todo el aserrín saliera sin control de las alfombras dejándolas desfiguradas.
Además, hasta el polvo afectó a las personas que estaban ahí. Ellos tuvieron que cubrir su rostro y sujetar sus objetos frágiles para impedir que el fuerte aire los moviera.
Según personas que estaban en el lugar, la aeronave pertenecía a la Policía Nacional, pero la información aún no se confirma.
Después de dos años, nuevamente se volvió a realizar actividades religiosas en Semana Santa porque en 2020 y 2021, las mismas se cancelaron producto de la pandemia de la COVID-19 que afecta a Honduras.
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Alfombras de aserrín, una tradición llena de fe
Este Viernes Santo el arte floreció nuevamente en diferentes ciudades de Honduras con las coloridas alfombras de aserrín.
Durante los últimos 50 años, estas alfombras se han convertido en toda una tradición de Semana Santa, pues cada año son más las ciudades que adornan sus calles principales con estas obras de arte. Entre esas ciudades se encuentran Comayagua, Tegucigalpa, Copán, Danlí, El Paraíso, Juticalpa, Gracias, Lempira y Santa Bárbara.
Estas expresiones de fe son capaces de capturar la atención de miles de personas que acuden al Víacrucis del Viernes Santo, logrando que entren en un estado de reflexión, pues en sus imágenes se retrata la vida de Jesucristo.
Detrás de estas bellas y coloridas expresiones de fe hay un arduo trabajo realizado por jóvenes, adultos y niños católicos.
Comayagua es un importante destino del turismo religioso en Honduras, pues cada Semana Santa recibe a miles de turistas que acuden a su centro histórico, para observar las hermosas alfombras que adornan sus calles y a la vez evangelizan a los visitantes.
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