REDACCIÓN. El estado de ebriedad lleva a las personas, muchas veces, a realizar acciones que sobrios nunca harían y también los convierte en protagonistas de situaciones rocambolescas. Es lo que le ocurrió a Beyhan Mutlu, un hombre turco de 50 años quien sus amigos lo denunciaron su desaparición cuando le perdieron la pista tras una noche de borrachera y desenfreno.
Los compañeros de Beyhan advirtieron de que el hombre podría haberse perdido en un bosque cercano a la ciudad turca de İnegö después de ir a casa de su mujer y comprobar que no había regresado tras la noche de juerga.
Tras varias horas sin saber de él y muy asustados, las autoridades se personaron al lugar y se desplegaron para encontrarle.
Durante las primeras batidas no hubo suerte. Los policías no encontraron ningún rastro del hombre. Lo que nadie podía imaginar es que el propio desaparecido estaba participando en la búsqueda.
Uno de los miembros del equipo comenzó a gritar el nombre de Beyhan y él respondió «‘Estoy aquí'» pensando que se dirigía a él para darle alguna instrucción para optimizar la búsqueda. Pero no, Beyhan se dio cuenta en ese mismo momento de que a quien buscaban era a él.
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Pensó que el desaparecido era otra persona
Beyhan Mutlu explicó que se había sumado a la búsqueda cuando deambulaba por el bosque pensando que el desaparecido era otra persona. Así que el hombre se unió al operativo de su propia búsqueda.
Luego de aclarar los sucedido, el hombre dijo: ‘No me castigue con demasiada dureza, oficial. Mi padre me matará’.
Pese a la rocambolesca situación, no es la primera vez que se ha dado un caso similar. En 2012, una turista asiática que desapareció en Islandia fue encontrada en el propio grupo de búsqueda después de que ella no reconociera su propia descripción publicada por la policía.
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