TEGUCIGALPA, HONDURAS. El primer domingo de febrero, como antesala del día de la Vírgen de Suyapa, el arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, habló sobre la historia bíblica de cuando Jesús fue presentado en el templo.
En su discurso, tomó el pasaje de la Biblia para explicar la importancia de esa presentación en el día a día y cómo la ausencia de Dios en la vida, deriva en situaciones mortales para la sociedad hondureña.
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La celebración del día
La iglesia católica recuerda este domingo la presentación de Jesucristo, que también es conocida como la «Fiesta de la Candelaria» o «Fiesta del Encuentro«.
En aquel momento, María y José llevaron a Jesús al templo de Jerusalén, donde fue recibido por el anciano Simeón.
Ahí, según recordó el cardenal, se encontraban personas guiadas por el espíritu santo. Estaba el anciano Simeón, a quien se le reveló mediante espíritu santo que no moriría antes de ver al Mesías.
El líder eclesiástico describió esta oportunidad de Simeón de la siguiente manera: «Él no podía morir porque tenía que ver lo más importante. Le faltaba un encuentro decisivo, la gran experiencia».
Al momento que Simeón tomó al hijo de Dios, según el cardenal, representa a todos los pueblos que «no han perdido la esperanza». Además, especificó que representa a los jóvenes que «no dejan de ser jóvenes, porque no han perdido la capacidad de sentir alegría por el evangelio».
Para dar más realce al significado de sus palabras, recordó lo dicho por el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud del año anterior.
En aquella ocasión, el pontífice instó a los jóvenes a no convertirse en «ancianos», situación que se presentaría si pierden «el deseo de superarse, encontrar a Dios, y darle sentido a sus vidas».
La festividad, relacionada a la actualidad hondureña
El arzobispo mencionó que en la actualidad, que la tradición de ejemplificar la presentación de Jesús sigue vigente.
«Hoy día muchas familias cuando tienen un tiernito o tiernita, le llevan al templo y le piden al sarcedote que le pueda presentar ante el señor», inició diciendo.
Y añadió: «Es una costumbre de raíz en el evangelio y ojalá que no se pierda nunca, para que aprendamos que la vida es sagrada, es de Dios, y nadie la puede quitar».
Instantes después, prosiguió a describir que ese respeto a la integridad humana «no existe» en nuestro país.
«Esto para muchas personas en el país no existe y debemos inculcarlo; se ven cosas tan tristes como las masacres, donde matan hasta niños inocentes por venganza contra una familia. Eso es estar lejos de Dios, eso es no tener presente que la vida es sagrada y debemos respetarla», afirmó con firmeza.
Un canto modelo
En su sermón para la homilía, continuó relatando la historia detallando cómo reaccionó Simeón, al ver cumplida la promesa de que no moriría hasta ver al primogénito de Dios.
El libro bíblico de Lucas, cuenta como Simeón tomó al niño Jesús en sus brazos y comenzó a cantar.
Rodríguez recordó lo que decía Simeón de manera melódica: «Ahora señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu salvador».
Tomando en cuenta esa frase, el arzobispo afirmó que sería ideal que todos pudiéramos irnos a dormir pudiendo decir la misma frase, lo que significaría que hemos abierto nuestros ojos y vida ante Jesucristo.
«Nadie sabe cuándo nos llegará la muerte, pero es bello poder decirle al señor, ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz», aseveró.
Mas, también aseguró que el cántico de Simeón también refiere otro tema central, «la luz para alumbrar a las naciones».
En ese sentido, dijo que «las tinieblas no pueden dominar el mundo ni nuestra vida, tampoco a los medios de comunicación».
Por el mismo lado, realizó una crítica hacia algunos sectores de la prensa.
«Qué triste es que cada día los noticieros, en lugar de comenzar con una noticia buena, lo único que aparece son catástrofes, accidentes y matanzas. ¿Cómo quieren que uno comience positivamente el día?», cuestionó.
Coronavirus
El representante católico suele referirse en sus discursos a las eventualidades que se registran en nuestro país y el mundo.
Ahora, no se detuvo de hablar sobre el coronavirus 2019n-CoV que mantiene en preocupación a la población de todo el planeta. Según él, es un tema importante, mas nuestra cabeza no debe estar dirigida hacia los aspectos negativos.
«¿Por qué el mundo sólo está preocupado por este virus?», comenzó preguntándose.
Y amplió: «¿Cómo quieren que nos llenemos de esperanza? Claro que es un problema, pero porqué centrarnos sólo en el mal?».
Por último aseveró que debemos presentarnos ante Dios como personas libres de la mediocridad, egoísmo y el amor por las cosas materiales.