MÁXIMA VELOCIDAD.- Honda CR-V 2023 es un modelo de gran relevancia para la marca. Originalmente se presentó en 1995 y se convirtió en un precursor directo de las SUV modernas. La segunda generación como modelo 2002 se colocó entre las más vendidas en mercados internacionales.
Durante 2001 se colocó como el tercer modelo más vendido en todo el mundo, tan solo por detrás de Toyota RAV4 (su eterna rival) y del Corolla Sedán.
Honda no se anduvo con juegos al momento de renovar su SUV estrella, por lo que vamos a conocer todos los secretos alrededor de la Honda CR-V 2023.
Diseño
Estéticamente, la nueva generación es fácilmente identificable como una CR-V. Encontramos elementos ya clásicos como las calaveras superiores, que han sido un distintivo de este vehículo desde su origen.
Sin embargo, no se trata de un modelo continuista porque, en realidad, supone una grata mejora con respecto a sus antecesoras, que francamente, destacaban por la practicidad, pero no precisamente por su atractiva figura.
Es así, que más que una «estiradita», esta CR-V 2023 adopta un nuevo lenguaje de diseño con trazos que tienen mucho de Civic, con líneas serias, pero más audaces. Además, la versión Touring, que es la que probamos, se distingue por contar con elementos en negro como parrilla, rines de 19 pulgadas, y barras en el techo, lo que le confiere una imagen, más deportiva.
Pero lo que más llama la atención es el largo cofre, que si bien, también aporta mucho en esa estampa agresiva, en realidad no se trata de un mero capricho estético, ya que en realidad los ingenieros de Honda a propósito retrasaron el poste A en 11.9 centímetros. Esto con el pretexto de brindarle al conductor una mayor sensación de dominio, así, como de seguridad, ya que, según la marca, esta solución le permite sortear las cada vez más demandantes pruebas de impacto.
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Interior, tecnología y conectividad
Puertas adentro, nos recibe un habitáculo con un diseño inspirado directamente del Civic. Una rejilla que se fusiona con las salidas del aire acondicionado recorre lo ancho del tablero. Los plásticos, más que suntuosos, se notan de gran calidad. El volante y pomo de la palanca están forrados en piel, pero los asientos en piel sintética de color claro merecen mención aparte por el confort que brindan a los tripulantes.
En materia de conectividad resalta la pantalla de 9 pulgadas posicionada en forma de tableta. La conexión Android Auto y Apple Carplay es una garantía y, por cierto, también cuenta con asistencias OTAS al momento de conectarse con una red Wifi. El sistema de audio, es de 12 bocinas y está firmado por BOSE.
Ya entrados en materia tecnológica, también hay que mencionar el clúster digital de 7 pulgadas, así como el cargador inalámbrico para smartphones. Adelante se cuenta con puertos USB y USB Tipo C, mientras que atrás solo son de esta última configuración. Un detalle curioso es la ausencia de un techo panorámico, ya que su lugar es ocupado por un quemacocos simple. Algo que es una rareza en el segmento.
Referente a espacio, la verdad, es que la CR-V presume un habitáculo generoso. Cuatro ocupantes viajarán a “sus anchas”, y un quinto, incluso, viajará cómodamente. La cajuela por su parte es amplia y cuenta con un piso de doble fondo. Los asientos son abatibles 60/40 y Honda anuncia un volumen de carga de hasta 1,113 litros.
Manejo y seguridad
Bajo el cofre, esta sexta generación recurre al ya conocido y mejorado, motor de cuatro cilindros de 1.5 litros turbo capaz de entregar 188 Hp y 177 lb-pie de torque, mismo que se acopla a una transmisión automática CVT con cambios simulados y paletas detrás del volante. Las suspensiones son independientes en ambos ejes.
El entendimiento del motor y de la caja es muy bueno. Las CVT de Honda son de las mejores del mercado y esta no es la excepción. De hecho, desde el primer momento se nota más ágil y responsiva que la generación previa. El torque está disponible desde las 1,700 rpm y cabe destacar que la marca asevera que la CR-V es 15% más rígida, lo que se traduce en un mejor comportamiento y calidad de marcha.
La aceleración es buena y si bien no es deportiva, sí es ágil y para ser sincero cumple cabalmente con la misión de ser un vehículo familiar. En autopista destaca el equilibrio entre confort y firmeza. Incluso al momento de atacar curvas la carrocería se comporta a la altura y el bamboleo de la carrocería se redujo notoriamente. Sin duda, la capacidad dinámica se vio beneficiada.
Las asistencias como el mantenimiento de carril, llegan a ser intrusivas en su actuar y a veces hasta un tanto dramáticas, aunque efectivas. Mismo caso para la Alerta de Frenado por Colisión Frontal, la cual, demostró su valía en más de una vez. Aunque insisto, creo que su activación recurre al “más vale prevenir que lamentar”.
Otras asistencias ADAS a resaltar son Asistencia en Tráfico Pesado, Control de Velocidad Crucero Adaptativo, Sistema de Mitigación de Colisión con Frenado, Sistema de Mitigación de Salida de Carretera, así como el Honda LaneWatch. Por cierto, cuenta con 10 bolsas de aire.
Consumo de gasolina
Para un recorrido de 77.3 Km fueron necesarios 6.1 litros. Eso dio como resultado un rendimiento combinado en CR-V de 12.67 Km/l. Nada mal considerando el buen desempeño dinámico que presume. Solo como dato cultural, esta cifra es equiparable a SUV más pequeños y teóricamente más eficientes.