CORTÉS, HONDURAS. Mucho se habla del tema de las toneladas de basura que llegan desde Guatemala a las playas hondureñas conforme los meses o años pasan, pero poco se escucha del gasto que genera la recolección de estos desechos.
El problema con la basura que recorre el territorio Chapín y concluye en las costas de Honduras no es un tema reciente, pues son más de 10 años de pronunciamientos «que no han tenido una tan sola respuesta concreta».
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Tanto autoridades como sociedad civil han pedido al Gobierno de Guatemala que tomen cartas en el asunto y no solo se centren en el tema de las mencionadas «biobardas», que pese a ser útiles no cumplen del todo con su propósito.
Lo cierto es que, mientras más desechos llegan a las playas de Honduras, más se incrementa el gasto, tanto de las personas que limpian diariamente, pues tienen sus locales o casas cercas, como para las municipalidades, obligadas a ello.
Un cálculo aproximado reveló que son unas 25,550 toneladas que aparecen al año a la orilla de las playas hondureñas. Eso representa un riesgo inminente para los habitantes, para los animales y sobre todo, para los hábitats donde residen las especies.
La situación que atraviesan las costas del territorio hondureño, revela la poca respuesta que se ha tenido con respecto al tema. Mientras Guatemala anuncia una reforestación, camuflados en una capa de «conservar el medio ambiente», no le toman importancia a detener las oleadas de basura que trae consigo el río Motagua.
Costo promedio de gastos
De acuerdo con la información brindada por Key Bodden, jefa del Departamento Municipal Ambiental (DEMA) en Puerto Cortés, explicó que solo en esa área, recogen un aproximado de 120 toneladas semanales, lo que representa un costo promedio mensual de 150,000 lempiras.
«En el invierno fuerte esos valores se multiplican por tres sin considerar la disminución de la vida útil de nuestro relleno», añadió.
Ante ello, haciendo un cálculo aproximado, significa que diariamente se gastan unos 4,838 lempiras en gastos de recolección. Mientras que, eso alcanzaría 1,800,000 lempiras cada año.
Bodden además sostuvo que de manera generalizada se hacen mayores limpiezas cuando ocurren tiempos de lluvia, pues es cuando mayor basura se recibe en las playas directamente de Guatemala.
Externó que el dinero con que trabajan son fondos municipales, asimismo, es un costo que asumen y eso es sin contar el valor por la disminución de la vida útil de su relleno sanitario.
Dueños de negocios limpian
Por otro lado, el biólogo Roger Flores, quien es parte de los Cuerpos de Conservación de Omoa (CCO), contó que en esa zona son aproximadamente unos L. 400,000 lempiras mensuales que se invierten para recoger toda la basura.
«Eso (se da) cuando hay grandes cantidades de basura. Ahorita no es mucho lo que hacen de limpieza», agregó el experto. En tanto, sostuvo que la recolección de desechos se hace cuando llega un alto flujo de basura.
«Lo hacen por presión de las comunidades y sector turismo. De hecho la mayoría de negocios turísticos limpian por su cuenta el área de playa cercana», explicó.
Respecto al dato brindado por el experto, quiere decir que de manera diaria se gastan unos 12,903 lempiras, y anualmente llegaría a ser hasta 4,800,000 lempiras.
Cifra total
Finalmente, haciendo una sumatoria de los montos de manera anual, tanto de Puerto Cortés como de Omoa, equivale a un aproximado de L. 6,600,000 que se gasta en recolectar los desechos que llegan de Guatemala.
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