TEGUCIGALPA. Este lunes 8 de mayo inició la campaña de vacunación y desparacitación de la población infantil y juvenil de Honduras.
La vacunación culminará el viernes 19 de mayo. Se vacunará a menor de cinco años. También a los adolescentes de 11 años, jóvenes de 21 años y embarazadas.
Además, de la vacunación se llevará acabo la desparacitación para los niños de dos a cuatro años y aplicación de vitamina “A” a pequeños de seis meses a cuatro años.
Y la tercera parte de esta jornada nacional incluye la vacunación de embarazadas, empleados de la salud del sector público y privado. Además de las Granjas avícolas y personal técnico del Senasa.
Finalmente la jornada aplica a los hondureños de de seis meses a 59 años con enfermedades crónicas y adultos mayores de 60 años.
Vacunación en Honduras
El año pasado, la vacunación contra el Sarampión y Rubéola fue ampliada.
En este sentido, la ministra de Salud de ese momento, Yolani Batres, informó que el plazo se extendió todo el año.
“Le decimos a las madres que lleven a sus niños a vacunar, no podemos permitir que esta enfermedad vuelva a entrar”, explicó la doctora.
Batres enfatizó que “la población cuando no mira el daño cree que ya no deben ponerse la vacuna».
«Por eso seguimos informando hasta sensibilizar a todas las personas”, dijo la galena.
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Sépalo:
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus.
En 1980, antes de que se generalizara el uso de la vacuna, el sarampión causaba cerca de 2,6 millones de muertes al año.
A nivel mundial sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, a pesar de que existe una vacuna segura y eficaz.
Se calcula que en 2014 murieron 114 900 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años.
La rubéola es una infección vírica aguda y contagiosa. Si bien por lo general la enfermedad es leve en los niños, tiene consecuencias graves en las embarazadas.
Lo anterior, porque puede causar muerte fetal o defectos congénitos en la forma del síndrome de rubéola congénita.
El virus de la rubéola se transmite por gotículas en el aire, cuando las personas infectadas estornudan o tosen. Los humanos son el único huésped conocido.