TEGUCIGALPA, HONDURAS. La crisis generada por la COVID-19 dejará un fuerte impacto económico en el país en los próximos cuatro años, tomando el cuenta el endeudamiento al que el país se enfrentó para mermar la crisis.
En ese sentido, analistas del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), prevén que a diciembre de 2020 el endeudamiento pasará a 15,000 millones de dólares, es decir el 67 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Sumado a ello, se estima que solo por concepto de intereses que se cargan al servicio de la deuda, Honduras pasará de pagar 24,000 millones de lempiras en 2021 a un monto de 33,000 millones en 2024, nueve millones más en los próximos cuatro años.
Conforme a ello, entre 2021 y 2024, la proyección indica que para la Administración Central, los ingresos y donaciones totales serán de 600,000 millones de lempiras. Asimismo, prevé una suma de gastos por 710,000 millones para un déficit de más de 110,000 millones en el referido período de tiempo antes expuesto.
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Gasto corriente
Para el 2021, el gasto corriente (a adquisición de bienes y servicio), será de 125,000 millones de lempiras, según lo establece un documento sobre lineamientos de política fiscal.
En 2022 la cifra ascenderá a 129,500 millones de lempiras; en 2023 llegará a 139,700 millones; y en 2024 alcanzará la cantidad de 151,700 millones.
Los gastos para consumo se han calculado en 72,000 millones el año entrante; en 73,000 millones en 2022; en 79,000 millones en 2023; y en 87,000 millones en 2024.
Los sueldos y salarios consumirán 55,000 millones de lempiras en 2021; 60,000 millones en 2022; 65,000 millones en 2023; y 70,000 millones en 2024.
Niveles de pobreza
De acuerdo a las estimaciones que el Fosdeh compartió semanas atrás, para finales de este año, cerca del 70 % de la población alcanzará los niveles de pobreza.
Es decir, que tres de cada cuatro hondureños, serán pobres, dijo el Fosdeh durante el foro «Ilusionismo Económico, Modelos Extractivistas y Covid-19 en Honduras«.
Asimismo, indicó que, pese a que la pandemia contribuye a ese panorama, no es el causante principal de las proyecciones. Los indicadores ya mostraban una desaceleración económica donde macroeconómicamente todo parecería alertador, pero no se trasladaba los bolsillos de los hondureños, explicaron los economistas.
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