TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un verdadero infierno es el que vive la señora Naylerenia Escobar Chirinos, quien tiene más de tres años esperando la repatriación del cuerpo de su hijo, otra víctima de las adversidades que envuelven la ruta al «sueño americano».
Las autoridades afirman que el joven Henry Geovany Escobar Chirinos falleció en 2019, pero tras años de intentos por indagar sobre ese fatídico desenlace, su madre no sabe qué creer.
La fémina, cuyo vástago dejó el suelo hondureño a mediados de 2019 y no supo más de él desde entonces, habló sobre la situación con Diario TIEMPO.
Comienzo de la pesadilla
Naylerenia precisó que su hijo se fue a Estados Unidos el 30 de julio de 2019 con la intención de forjarse un mejor futuro.
Recordó que desde que él se fue se mantuvieron en comunicación constante, pero un par de semanas después el escenario cambió, justo cuando, supuestamente, se aprestaba a ingresar al territorio estadounidense.
Sin saberlo, esa madrugada se habría despedido de él para siempre.
“El 5 de agosto a la 1 de la madrugada fue la última vez que hablé con mi hijo, me llamó y me dijo: ‘Mamá ya voy para dentro, voy a rodear la última garita, hablamos después’”, contó la madre.
Relató que luego de esa conversación nunca mas volvió a hablar con su vástago, por lo que, al no tener información, se comunicó con el padre del joven quien vive en EE.UU.
El hombre le contó que el “coyote” le dijo que el grupo que llevaba (incluyendo a Henry), habían sido detectados por las autoridades y estaban presos.
Eso alarmó la madre, quien se puso en contacto con una señora, que le reveló que su hijo estaba preso en una prisión en la ciudad de McAllen, Texas. Comentó que cuando lo supo ya era octubre de 2019, pero pronto recibiría una noticia que la marcaría de por vida.
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Restos humanos en un desierto
Naylerenia Escobar manifestó que el 27 de septiembre de 2019 la llamaron desde EE.UU. y le informaron que se hizo el descubrimiento de restos humanos en un desierto de Texas.
“Me dijeron que habían encontrado una tarjeta de identidad en el desierto y me preguntaron hace cuánto no hablaba con esa persona. Yo les comenté toda la información, entonces comenzó un proceso de prueba de ADN”, describió.
Agregó que le explicaron que debían de hacer un proceso de identificación ya que los cuerpos encontrados presentaban un avanzado estado de descomposición.
El 20 de octubre de 2019 ella fue sometida al proceso de pruebas. A la mujer, le advirtieron que los resultados podría tardar hasta un año y medio.
Siempre en octubre, pero hasta en 2021, recibió el resultado. El análisis reveló que había parentesco con el cadáver hallado en la zona árida.
Naylerenia subrayó que tenía dudas, pero debió someterse al proceso porque la Cancillería de Honduras le indicó que en el bolsillo de un pantalón estaba una tarjeta de identidad con los datos de Henry Geovany Escobar Chirinos.
Repatriación del cuerpo
El hecho de que le dijeran que su hijo estaba preso y luego que había aparecido muerto, empezó a afectar la salud de la afligida madre, no obstante, ella no se rindió y continuó investigando ya que quería saber con exactitud qué había pasado con su hijo.
Por una parte, la madre hondureña comenzó con cada uno de los protocolos para solicitar la repatriación del cuerpo, pero denunció que lleva con ese proceso desde el año pasado y hasta la fecha solo le dan excusas y nunca le dicen cuándo le entregarán a su hijo.
«Lo último que me dijeron es que todavía están en trámites con la funeraria, pero desde febrero me habían dicho que ya tenían funeraria y que no tenían todo. Volví a llamar y me dijeron que les diera tiempo y que faltaba una firma. Hasta la fecha no ha pasado nada», expresó.
Llamada de un «cártel»
Naylerenia externó a Diario Tiempo que hace un par de semanas fue objeto de un intento de estafa por parte de unas personas de México. Aseveró que la llamaron y le dieron «detalles exactos» de su hijo, asegurando que estaba con vida.
«Me quisieron estafar con el caso de mi hijo, pero nunca me lo pasaron. Ellos me dieron información extremadamente cierta», denunció.
Los sujetos le dijeron que su hijo estaba en una situación de arraigo, pero que ellos le podían ayudar si ella cooperaba económicamente.
Ella aceptó, no obstante antes de hacer cualquier acción la madre solicitó que le enviaran una foto de su hijo y fue en ese momento que descubrió el engaño.
La persona que salía en la foto no era su hijo, observó que la imagen tenía mucha edición, como si fuera falsa. «Me mandaron una foto editada, solo le cambiaron el rostro. Mi hijo no era claro, es trigueño y tenía cabello rizado», afirmó.
Añadió que cuando se fijó que el de la foto no era su hijo, Naylerenia le dijo a los hombres que ella no pensaba dar el dinero, lo que desató la furia de los presuntos extorsionadores.
«Me empezaron a insultar y ellos dijeron que esto ya se salía de sus manos, ahora todo pasa con el cártel», testificó la madre.
Aunque explicó que no recordaba el nombre de ese grupo criminal, dijo que era un «cártel de México bien sonado» y luego de eso, no la volvieron a llamar ni nada.
Pide que la ayuden
Al ser consultada sobre si ella siente que su hijo murió o no, la madre admitió que tiene dudas tanto sobre la prueba de ADN como lo que le han dicho las autoridades hondureñas.
«Tengo dudas, primero me dicen una cosa y luego me dicen otra», sostuvo la madre a Diario Tiempo.
Por otra parte, contó que para terminar de una vez por todas con tantas dudas, ella le pidió el informe oficial sobre el levantamiento de los supuestos restos de su hijo. No obstante, solo consiguió más dudas.
«Me dijeron que en EE.UU. no le harán autopsia. Cómo no le harán autopsia si deben decir de qué murió», puntualizó.
La señora comentó que espera que los supuestos restos mortales de su hijo lleguen pronto a Honduras. Su plan es poder hacerle una autopsia que determine si es o no su hijo.
Finalizó diciendo que le pide a las autoridades gubernamentales que la ayuden ya que ella sufre con todo esto y necesita saber qué le paso a su ser querido.
«Tengo tres años esperando una respuesta. Es una respuesta que se encuentra en manos de ellos, porque ellos me informaron que mi hijo había muerto», concluyó la madre hondureña.
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