TEGUCIGALPA En su homilía de los domingos, la iglesia católica imploró este día a los hondureños a pedir perdón.

La misa oficializada por el párroco el padre Juan Carlos Martínez, estuvo colmada de fieles devotos de la fe; a los cuales expresó que “vivimos en un mundo lleno de rencores, odio y venganza”. Esto último, en alusión al reciente tema de la discusión en el Congreso Nacional; sobre la penalización del aborto.

Martínez, expuso su oposición al respecto de permitir que se legalice el aborto en Honduras. “Hoy pues, dejamos en manos del Señor todos esos frutos que hemos descubierto de un Cristo resucitado;  y todas estas manifestaciones de amor que el Señor nos trae al acercarse a la comunidad. Como comunidad, como hijos de Dios, como discípulos de Jesús, queremos dejar en este día de la misericordia, esta intención por el respeto a la vida”, manifestó  el padre.

Al tiempo que resaltó que “queremos que se respeten las realidades profundas del ser humano; pedimos a nuestras autoridades que vivan de los valores que hemos recibido; en los que hemos crecido, en los que nuestra Honduras ha querido permanecer”.

Martínez, enfatizó que la “iglesia católica dice no al aborto, si a la vida, esa es la misericordia de Dios este día, que nos invita y nos ayuda a todos a poder promover y defender nuestra vida”.

Lea También: Iglesia Católica repudia “aborto terapéutico” y lo cataloga como “aberración”

Confraternidad Evangélica de Honduras reitera un rotundo “no al aborto”

Tras el debate entre diversos sectores acerca del tema del aborto, la Confraternidad Evangélica de Honduras reitera “no al aborto”.

En este sentido, el aborto terapéutico es tema de debate en el Congreso Nacional de Honduras. El caso salió otra vez a luz mediante las reformas al nuevo Código Penal.

Para el caso, mediante pronunciamiento, exhorta a los diputados que legislen en función de principios cristianos. Además, deja clara su posición con argumentos bíblicos, teológicos, filosóficos, legales y científicos, entre ellos:

Dios es el dador y dueño de la vida y sólo El tiene el derecho a quitarla. La vida humana es sagrada y existe un mandamiento “no matarás” (Éxodo 20:13).

Reconocen que toda mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo. Pero este derecho no es absoluto sino que termina donde comienzan los derechos de otros seres humanos.