Ilsa, Zelaya y Ciuffardi, entre la codicia y la cárcel

La bailarina chilena habló de su amor y vida de lujos con el exdirector del IHSS en la segunda audiencia de extradición en Chile.

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Ilsa, Zelaya y chilena.

SAN PEDRO SULA. Parece sacado de una telenovela, pero Ilsa Molina y Nathalia Ciuffardi fueron parte de la vida de lujos que les dio el exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Mario Zelaya y José Zelaya, prófugo de la justicia.

La expalillona del instituto Central y modelo de televisión de Honduras Ilsa Vanessa Molina vivió una vida de ensueño y lujos con dineros del Instituto Hondureño de Seguridad Socisl (IHSS).

Zelaya Guevara junto con el exdirector del IHSS Mario Roberto Zelaya Rojas y el exgerente de Finanzas José Ramón Bertetty Osorio son considerados por el CNA y el Ministerio Público los tres cerebros al frente del infame saqueo del Seguro Social.

La ilimitada libertad con que este oscuro y perjudicial personaje actuó en el latrocinio del IHSS obedece al parentesco político que tenía con el exdirector de la institución Mario Zelaya Rojas, capturado por las autoridades hondureñas en Cifuentes, El Paraíso.

Pese a poseer el mismo apellido, ambos no tenían ningún lazo consanguíneo; la única relación que los unía era el hecho que el aludido estaba casado con Michelle Alejandra Rojas Flores, sobrina del exhombre fuerte del IHSS.

Al menos eso es lo que queda reflejado en las gráficas que la bella modelo compartió en sus cuentas de las redes sociales antes que el escándalo de la sustracción del dinero del IHSS la obligara a cancelarlas.

José Zelaya.
José Zelaya.

Molina, a quien se le vincula sentimentalmente con el exjefe de compras y suministros del Seguro Social, José Zelaya, viajó a diferentes países del mundo en los que se dio la gran vida.

Se ha logrado documentar que estuvo en naciones como Italia, Francia, Bahamas, España, El Vaticano, Inglaterra, China, Colombia y Holanda, acompañada de su compañero sentimental y mecenas.

Ilsa Molina.
Ilsa Molina.

Las revelaciones de los entes investigadores revelan que el desfalco del Seguro Social se asemeja a una novela matizada de poder, amor y dinero, ya que los cabecillas de la trama de corrupción involucraron a sus esposas y amantes.

Natalia Patricia Ciuffardi Castro (28) ya es conocida como la nueva Geisha chilena tras involucrarse con Mario Zelaya, exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social, acusado del saqueo de esa institución.

La historia de amor y poder inició en Chile, donde la joven residente en una casa de Puente Alto llamaba la atención por sus aspiraciones de modelo.

Zelaya llegó a Natalia tras conocer a la auxiliar de enfermería Ruth Ciuffardi, tía de Natalia, y quedó intrigado por su belleza según publica el diario La Cuarta de Chile.

Según el diario La Segunda, la chilena le robó el corazón a Zelaya en una noche de mediados de 2011 cuando se conocieron en el night club Platinum. «Ella trabajaba como prostituta y él estaba de visita en Chile. Después de unos tragos y una amena conversación comenzaron a salir. «Fue amor a primera vista», le comentó la joven a su círculo más íntimo», según el portal on line del diario austral.

Natalia Ciuffardi.
Natalia Ciuffardi.

Zelaya estaba especializándose en ortopedia y traumatología en el Instituto Traumatológico de la Universidad de Chile, por lo que pasaba viajando a Chile para visitar a Natalia, «la niña que salió con apenas un 4,9 del liceo Brígida Walker de Ñuñoa y empezó recibir regalos caros e invitaciones para asistir a los locales más exclusivos de la capital».

Eso si, Zelaya había olvidado mencionar un pequeño detalle: estaba casado y tenía tres hijos que lo esperaban en la capital de Honduras.

Lujos y más lujos

Trascendió que cuando pedía un mes de vacaciones, Mario Zelaya salía tres semanas con su familia hondureña y dejaba unos días para pasearse con su amante.

«Zelaya no abandonó a su familia y Natalia tampoco dejó a sus clientes, a quienes cobraba 300 mil pesos por sus servicios -cerca de 500 dólares-«, escribe La Segunda.

«Zelaya se encargaba de enviarle mensualmente entre 2 y 3 millones de pesos -tres mil a cinco mil dólares-«.

Producto del furtivo romance, procrearon un hijo tras año y medio de relación. Zelaya incluso participó del parto y mantuvo todos los lujo a su amante».

Zelaya.
Zelaya.

Zelaya regresó a Honduras mientras Natalia «se sometía a una lipoescultura, liposucción e implantes mamarios».

La Segunda señala que «por meses el romance fue idílico. Natalia recorría el Caribe alojando en resorts cinco estrellas» y visitaba Tegucigalpa con regularidad. «Se quedaba en los mejores hoteles de la capital hondureña esperando que Mario lograra alguna coartada para visitarla».

FINAL DE UN CUENTO DE ADAS

Pero el cuento de hadas se empezó a desmoronar lentamente cuando Zelaya comenzó a ser investigado por el Ministerio Público por el desfalco de más de 230 millones de dólares en el Seguro Social.

Zelaya compró cuatro propiedades a nombre de Natalia en Tegucigalpa, dos departamentos en La Florida (Santiago), avaluados en 70 millones de pesos cada uno -115 mil dólares-, una casa en Puente Alto y otra en el balneario del litoral central El Tabo.