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domingo, diciembre 1, 2024

Las infecciones más habituales en playas y piscinas

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REDACCIÓN.- Tanto en playa, piscina o río, existe un riesgo de infección: la sal, los gérmenes, el cloro en las piscinas, las bacterias y los hongos pueden favorecer su aparición y contagio.

Estas infecciones suelen compartir la mayoría de síntomas (picor, escozor e irritación), pero en cada parte del cuerpo afectan de una manera especial. El farmacéutico puede ofrecer distintos consejos a los usuarios para que tomen precauciones cuando acudan a playas y piscinas.

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Las infecciones más habituales

Durante el verano, es importante recordar la necesidad de cuidar y proteger determinadas partes del cuerpo como los ojos, el oído, la vagina, los pies y la piel, ya que son las más propensas a contraer infecciones.

  • Ojos

Cualquier persona debe tener un cuidado especial de sus ojos: el cloro de las piscinas o la sal pueden provocar irritaciones, enrojecimiento y sequedad. En esta zona, la infección más común es la conjuntivitis, una inflamación en la conjuntiva del ojo que provoca lagrimeo, picor o ardor.

Por otro lado, hay que prestar especial atención a los lentes de contacto. Los expertos recuerdan la importancia de no bañarse con lentillas, ya que en el agua abundan microorganismos y bacterias que pueden adherirse a los lentes de contacto y propiciar una infección posterior.

Además, las lentillas absorben el agua de manera natural, lo que causa un cambio de forma. Esto puede provocar que se confunda la visión y que sea muy incómodo usarlas.

Recomendación: usar gafas protectoras para el agua y no bañarse con las lentes de contacto puestas. Si por algún motivo necesita bañarse con las lentes de contacto, es mejor recurrir a lentes de uso diario junto con gafas protectoras para el agua.

En las piscinas utilizan compuestos que ni siquiera conocemos.
En las piscinas utilizan compuestos que ni siquiera conocemos.
  • Oído

Las infecciones en los oídos se suelen dar por el exceso de humedad de los baños  continuos, pues hay una mayor exposición a microorganismos presentes en el agua. En esta parte del cuerpo, la infección más habitual es la otitis, que causa síntomas como sensación de taponamiento, molestias al masticar o bostezar y picor.

La otitis suele afectar sobre todo a niños, ya que pasan mucho tiempo dentro del agua y tienen el conducto auricular más corto. Es importante recordar la necesidad de acudir al médico especialista en casos de otitis.

Recomendación: secar bien los oídos y usar tapones para evitar la entrada de agua en el oído medio e interno. También se aconseja reducir el tiempo del baño y evitar los bastoncillos, ya que pueden irritar más el oído.

  • Vagina

En esta zona suelen aparecer infecciones provocadas por bacterias u hongos, y son muy habituales en verano. Los síntomas principales son escozor, irritación y picor.

La Agrupación Ginecológica Española (AGAE) recuerda la importancia del diagnóstico precoz por parte de un médico para iniciar un tratamiento y evitar que la infección se acabe complicando.

Recomendación: mantener una higiene íntima adecuada y usar bañadores o bikinis de algodón. También es fundamental secar bien las partes genitales para evitar la humedad y evitar estar mucho tiempo con bañadores mojados, ya que propicia la aparición de hongos.

  • Pie

La infección más común es el pie de atleta, una infección causada por hongos que produce picor y malestar. También pueden aparecer papilomas en los pies.

La principal causa de estas afecciones se suele encontrar en los suelos y vestuarios de las piscinas públicas. Al caminar descalzo sobre superficies mojadas compartidas, hay un mayor riesgo de contraer infecciones por hongos.

Recomendación: caminar con chanclas en vestuarios públicos y duchas, así como secarse bien los pies después del baño, sobre todo entre los dedos.

Es necesario que las personas estén protegidas de cada forma posible.
Es necesario que las personas estén protegidas de cada forma posible.
  • Piel

La piel es muy sensible, sobre todo al cloro de las piscinas. Un exceso de cloración puede provocar irritaciones y un nivel bajo de cloro puede propiciar la proliferación de gérmenes, una fuente recurrente de infecciones.

En esta zona del cuerpo se puede producir una infección bacteriana llamada granuloma de las piscinas, que afecta, sobre todo a codos y rodillas. Suele provocar escozor, picor y enrojecimiento de la dermis.

Recomendación: ducharse antes y después del baño, preferiblemente con agua y jabón. Además, es importante también secarse bien con una toalla propia, sin compartirla.

Fuente: Teva Farmacia.


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